RFEGolf 108 (Septiembre - Noviembre 2017) - page 74-75

74
rfeg
olf
Psicología
El primer momento
En la mayoría de las ocasiones no nos hace
falta preguntar nada a nuestro hijo/a para
saber cómo ha ido la vuelta, simplemente con
su mirada, su forma de caminar y cómo se nos
acerca ya nos hacemos una idea bastante
exacta de cómo ha transcurrido la vuelta.
No obstante, y para asegurarnos de que nues-
tras apreciaciones son correctas, lanzamos la
pregunta que la mayoría de los padres hace-
mos: ¿Cuántas has hecho, qué tal ha ido? Y a
partir de este momento comienza nuestro
papel como padres.
Hay autores del deporte juvenil que reco-
miendan no hacer en primer lugar la pregun-
ta de ¿cuántos golpes has hecho? ya que de
esta forma estaríamos trasmitiendo que lo
más importante y lo que más nos preocupa
es el resultado.
A mí, particularmente, no me importa que la
primera pregunta sea ésta ya que nuestros
hijos, en esos momentos, lo único que suelen
tener en mente es el resultado. Por ello, no
me parece que esté fuera de lugar preguntar
por el resultado en primer lugar. Se trata de
empezar a compartir con nuestro hijo/a lo
que se le pasa por su cabeza.
Y, sobre todo, no me importa que ésta sea la
primera pregunta porque lo más importante
es cómo reaccionamos, qué dice nuestra
mirada, qué cara ponemos y qué dice nuestro
lenguaje corporal justo después de saber
cuántos golpes ha hecho nuestro hijo.
Es a través de las emociones, de las reaccio-
nes que tenemos y del diálogo que mantene-
mos con ellos justo después de saber el resul-
tado, como de verdad les estamos diciendo si
lo único y lo que más nos preocupa es el
resultado o por el contrario lo que nos ocupa
es brindarle todo nuestro apoyo, nuestro
ánimo para conseguir que esos momentos
post-torneo, sobre todo cuando la cosa no ha
ido bien, sirvan para crecer, aprender y des-
arrollarse tanto personalmente como depor-
tivamente. Esto considero que es nuestro
papel como padres, que va mucho más allá
de si le pregunto primero por el resultado o
por cuánto se ha divertido.
Moderación emocional
Lo ideal es que, independientemente del resulta-
do que haya conseguido nuestro hijo, nuestra
conducta y nuestras emociones no disten mucho
de un buen día a un mal día de juego. Evidente-
mente, nuestro hijo/a estará más contento cuan-
do haya conseguido un buen resultado y decep-
cionado cuando el resultado no haya acompaña-
do. Y nosotros estaremos
en sintonía
con estas
emociones pero con una intensidad moderada.
Es decir, no nos mostraremos eufóricos cuan-
do nuestro hijo/a gane un torneo como tam-
poco deberíamos de poner cara de funeral
cuando no consiga un buen resultado. Lo
mejor es que seamos capaces de controlar
nuestras emociones y mantenerlas a raya.
Cuanta más intensidad emocional le pongamos
a estos momentos post-partido, más difícil será
mantener la cabeza fría y en calma para conse-
guir vivir estos momentos de una forma óptima
tanto para nosotros como para nuestros hijos.
Por Oscar del Río
Psicólogo Deportivo RFEG
El entrenador cuenta con todos los criterios necesarios para sacar las
mejores conclusiones de cara a la evolución deportiva de nuestros hijos
1...,54-55,56-57,58-59,60-61,62-63,64-65,66-67,68-69,70-71,72-73 76-77,78-79,80-81,82-83,84-85,86-87,88-89,90-91,92-93,94-95,...100
Powered by FlippingBook