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con una firma deportiva multinacio-
nal y otro con una empresa de re-
presentación de primera fila, y si
bien ahora mismo no tiene la tarjeta
del Circuito Europeo –donde ganó
en otras dos ocasiones– nadie duda
de que volverá para hacer cosas
como las que hizo esa tarde de
2007 en Portugal.
Sergio García
marcó el camino
Pocos años antes de que Pablo
Martín diese muestras de poseer
potencial para enfrentarse con
garantías de éxito al mundo ama-
teur, hubo otro joven talento español
que despuntó de forma prematura.
Sí, es Sergio García, sin duda la apari-
ción más impactante del golf espa-
ñol masculino en el presente siglo.
Apenas hubo nunca dudas acerca de
su calidad desde muy pequeño,
pero eso no garantiza un gran futuro
en un deporte tan complejo como
es este. A pesar de ello, Sergio García
supo sortear las adversidades y con
19 años no solo era jugador profesio-
nal, sino que ganó dos pruebas del
Circuito Europeo (Abierto de Irlanda
y Masters de Alemania). Antes, con
solo 17 años y con condición de
amateur, se impuso en el Abierto de
Cataluña, torneo profesional, antesa-
la de records y más records preco-
ces, que si, con 14 años, el jugador
más joven del Circuito Europeo en
pasar el corte en un torneo profesio-
nal; que si el más joven en ganar un
Campeonato de Europa Amateur;
que si el más joven en participar en
una Ryder Cup…
Baena, Díaz-Negrete,
Caballer, Puig...
Igual pero distinto fue el caso de otras
tres jóvenes jugadoras que en los últi-
mos tiempos ganaron competiciones
profesionales siendo aún amateurs.
Igual, porque se enfrentaron a golfistas
con amplio bagaje internacional en
algunos casos, pero diferente porque
estas victorias se produjeron en el extin-
to Circuito Nacional Banesto.
En este conjunto de torneos, que conta-
ban con amplia participación de juga-
doras foráneas, ganaron la asturiana
Inés Díaz-Negrete (2009), la alicantina
Teresa Caballer (2011) y la madrileña
Clara Baena (2012). La primera lo hizo
en el Real Golf de Pedreña, con 4 bajo
par y tres golpes de ventaja sobre la
inglesa Joanne Oliver y la francesa Celine
Herbin.
Otra ‘blumera’, Teresa Caballer, con 19
años, ganó en el recorrido cacereño de
Golf Isla Valdecañas con el mérito añadi-
do de liderar de principio a fin –con la
presión que ello conlleva– y superar a
una jugadora del LPGA como María
Hernández. Y Clara Baena se impuso a
los 17 años en el Centro Nacional de
Golf superando a toda una jugadora del
Ladies European Tour como Adriana
Zwanck en un emocionante play off de
desempate.
En el ámbito masculino también hubo
un caso inédito que llamó la atención
de propios y extraños. Fue el triunfo en
2009 del catalán Xavier Puig en su pro-
pio club, en el RCG El Prat, donde se
convirtió en el primer jugador amateur
en ganar una prueba del Peugeot
Loewe Tour, que echó a andar en el año
1999. Una última tarjeta de 66 golpes
para 8 bajo par le permitió superar a
Raúl Quirós, segundo clasificado en este
torneo.
La gran aventura
de Pablo Martín
Yéndonos aún más atrás en el tiempo
llegamos a una fecha marcada en rojo
en la historia del golf español y del
Circuito Europeo. Es decir, una fecha
importante para el golf mundial. Es el 2
de abril de 2007. Ese día el mundo supo
quién era Pablo Martín Benavides, que
se convirtió en el primer jugador ama-
teur en ganar un torneo del máximo cir-
cuito continental. Con 20 años, el anda-
luz se había erigido en un jugador de
referencia en la Liga Universitaria de
Estados Unidos, previo paso por la
Escuela Nacional Blume, pero nadie
podía sospechar que aprovecharía una
invitación para jugar el Abierto de
Portugal para hacer historia.
En el verde del campo de Quinta da
Marinha Oitavos Golfe, en la localidad
lusa de Cascais, Pablo Martín soportó
estoicamente la presión en los últimos
hoyos para vencer a figuras como el ale-
mán Martin Kaymer, el sudafricano Charl
Schwartzel o el inglés Graeme Storm,
que se vieron relegados a la tercera
plaza.
Pablo Martín realizó una vuelta final de
68 golpes para hacer buena la que
firmó en la tercera jornada, en la que
presentó sus credenciales con 66 im-
pactos. Entonces se situó en la tercera
posición a dos golpes del sueco Ale-
xander Noren. Su último recorrido le
permitió batir por un solo impacto al
francés Raphael Jacquelin, que también
firmó un gran final de torneo.
El golfista malagueño, que cumplía su
tercer año en la Universidad de Okla-
homa State, había sido galardonado esa
misma temporada con el Jack Nicklaus
Award, premio premonitorio de lo que
estaba por ocurrir en Portugal. Tras ese
sonadísimo éxito llegó un buen contrato
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Reportaje
Si hablamos de talentos precoces es imposible pasar por alto el
caso de la neozelandesa de origen surcoreano Lydia Ko, que
este primer tramo de 2015 ha conseguido un éxito sin prece-
dentes. Ha alcanzado el número 1 del golf femenino mundial
con solo 17 años, un éxito inaccesible siquiera en la vertiente
masculina para Tiger Woods, que alcanzó la cima mundial con
21 años. Domina todas las facetas del juego, tiene cabeza,
ambición y, sobre todo, un talento descomunal. De ahí que no
sea extraño verla hacer cosas como las que ha hecho ya esta
temporada en torneos como el Open de Australia. Llamada por
tanto a dominar el golf femenino mundial en los próximos años.
El caso
de Lydia Ko
Pablo Martín
se convirtió en 2007 en
el primer golfista amateur
en ganar una prueba
del Circuito Europeo.
Se impuso, entre otros,
a Martin Kaymer y
Charl Schwartzel
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