¿Recuerdas una anécdota bonita o gracio-
sa con tu hermana en un campo de golf?
P: Bueno, anécdotas con mi hermana en el
campo tengo muchas. Cuando ganamos el
Campeonato de España de Dobles fue muy
bonito. Creo que en semifinales, Marta la me-
tió desde el bunker en el hoyo de play off para
salir a la final y luego ganamos el torneo. Fue
muy especial al ser hermanas y ganar juntas.
M: Así es. Ganar con mi hermana el Cam-
peonato de España de Dobles fue una expe-
riencia inolvidable.
¿Se habla mucho de golf en casa?
P: La verdad es que intentamos que no.
Obviamente, como cualquier persona cuan-
do llegas a casa es instintivo el ‘¿qué tal el
día?’, pero intentamos hablar de otras cosas
también para que nuestra vida no sea exclusi-
vamente el golf.
M: No es exagerado hasta el punto de que
sea lo único de lo que se habla, pero obvia-
mente, con las dos dedicándonos a esto ple-
namente, se habla mucho de golf.
¿Cómo se lleva eso de tener a tu herma-
na tan cerca en el ‘trabajo’?
P: Estamos viajando juntas y hemos decidido
empezar juntas. Los primeros torneos nos he-
mos quedado en apartamentos con unas cuan-
tas chicas, para que Marta conozca a más juga-
doras y sea más fácil para ella hacer amigas.
M: La verdad es que viajar juntas es un chollo.
De momento solo tiene ventajas, Patricia ya
sabe cómo funciona todo y me ayuda muchí-
simo. Aparte, el apoyo extra y el hecho de via-
jar con alguien de tanta confianza como mi
hermana lo hace todo más ameno, más diver-
tido y más emocionante. Compartir todas
estas experiencias con ella las hace mucho
mejores que si estuviese sola.
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¿Quién era la traviesa de las dos?
P: La verdad es que las dos éramos malísimas.
Nos peleábamos todo el rato, éramos muy
activas y muy peleonas. ¡Mis padres son unos
santos por habernos aguantado!
M: Puff, no sabría decir cuál era más traviesa.
De pequeñas éramos malísimas y nos peleába-
mos todo el rato. ¡A lo bestia, además! (Risas)
¿Qué rasgo destacáis y admiráis más la
una de la otra?
P: El rasgo que más destaco de Marta es su
fuerza mental. Es capaz de superarse a sí
misma en los momentos más duros y salir
adelante. La admiro mucho en todos los
ámbitos, no solo golfísticos. Su fuerza mental
para todo es muy admirable. Además de su
magnífico juego corto, claro.
M: Para mí, lo mejor es su bondad y positivis-
mo. Siempre ve algo bueno y positivo cuando
el resto somos incapaces, siempre está inten-
tando ayudar y se encarga de todo el mundo
con el máximo cariño. Siempre te está apo-
yando y te saca una sonrisa aunque ella no
esté contenta.
¿Qué dicen vuestros padres de tener a
sus hijas dando vueltas detrás de una
bola?
P: Yo creo que están muy contentos des-
pués de haber invertido tanto para que
nosotras pudiésemos jugar, tiempo y dine-
ro. El hecho de podernos ver jugando a un
nivel más alto les satisface mucho. Aunque
yo creo que les va a dar un ataque al cora-
zón, no solo tienen que seguir a una, sino a
dos hijas (risas).
M: Es complicado tener a las dos siempre via-
jando por el mundo jugando al golf, pero yo
creo que están encantados sabiendo que nos
dedicamos a lo que nos gusta.
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Reportaje
Patricia Sanz: “De pequeñas
éramos malísimas. Éramos
muy activas y muy peleonas.
¡Mis padres son unos santos
por habernos aguantado!”
Marta Sanz: “Lo mejor de Patricia
es su bondad y positivismo.
Siempre está intentando ayudar,
te saca una sonrisa aunque ella
no esté contenta”.
