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El actual campo de Bandama se construyó
sobre unos terrenos propiedad del Cabildo
Insular de Gran Canaria, un área declarada
como de utilidad turística y municipal por el
Ayuntamiento de Santa Brígida, tras un largo
periplo de gestiones con los organismos
oficiales y deportivos.
Tras formalizar el Cabildo Insular su adhesión al
proyecto en 1951 y tras descartar diversas
propuestas de diseñadores de campos de golf
y de arquitectos de casas club, finalmente, en
1953, el estudio de arquitectos londinense de
A. G. Backhouse y W. D. Keggin presentó un
diseño inicial sobre que el que un año después
trabajaría el arquitecto escocés Philip
Mackenzie Ross. Mackenzie Ross, considerado
uno de los últimos diseñadores de la edad
dorada del golf, creó en la isla de la eterna
primavera una joya para el golfista. El creador
de Southerness y remodelador de Turnberry
imaginó un campo muy técnico, generoso en
los tees pero exigente en los greenes,
moldeado sobre un terreno que en su
momento fue una colada volcánica.
La participación de este insigne diseñador fue
posible gracias a la amistad que le unía al
grancanario Juan Domínguez, uno de los
impulsores del proyecto, y permitió que en
1957 se inaugurase el campo de golf de
Bandama, contando el Club de Golf de Las
Palmas con una concesión de las instalaciones
por cincuenta años por parte del Cabildo
Insular de Gran Canaria.
difícil de jugar. Hacía mucho viento, de
hecho la casa club disponía de una
bandera que nos avisaba si se podía jugar
o no ese día: si se arriaba la bandera nos
ahorrábamos el paseo hasta el Lomo del
Polvo”.
“El campo tenía algunas piedras
–
continúa Fermín Martínez–
, también
tuneras y tabaibas que lo complicaban
aún más. ¡Y en esa época había que
jugar donde estuviera la bola, fuese
donde fuese! Pero eran dieciocho hoyos
muy divertidos. En ellos aprendí a jugar
y pude practicar mi chip, era la envidia
de muchos y el golpe con el que
ganaba partidos”
.
El doctor Martínez, con cien años y
varios meses a sus espaldas, es
asimismo historia viva del golf español,
de los pocos que aún quedan que
jugaron con palos de madera como
algo habitual y que pueden relatar en
primera persona cómo se desarrolló el
proyecto de construcción del nuevo
campo del entonces Club de Golf de Las
Palmas, ya a mediados del siglo veinte.
Nuevos tiempos,
nueva sede
La paulatina expansión de la ciudad de
Las Palmas de Gran Canaria fue
absorbiendo progresivamente el campo,
llegando a reducirlo a únicamente dos
hoyos. Algo más de medio siglo después
de su inauguración, y recién terminada la
Segunda Guerra Mundial, en 1946 los
directivos del Las Palmas Golf Club
iniciaron la búsqueda de un nuevo
emplazamiento en donde crear un
nuevo recorrido y una casa club acorde al
volumen de la masa social.
Tras desestimar crear un campo tipo
links y valorar distintas localizaciones
cercanas a la ciudad, incluyendo una en
la que actualmente se encuentra la
Universidad de Las Palmas de Gran
Canaria y otra cercana al actual
aeropuerto, además de una tercera en
el barranco de La Angostura, en 1949 la
Junta Directiva aprobó la ubicación del
nuevo campo en los terrenos de Los
Llanos de Bandama, a los pies del pico y
de la caldera del mismo nombre.
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Efeméride
La paulatina expansión de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria fue
absorbiendo progresivamente el campo original, que se trasladó en 1957
a su actual ubicación en Bandama
El RCG Las Palmas ha
acogido los más
prestigiosos torneos y de
sus entrañas han salido
grandes golfistas, con
Rafael Cabrera-Bello como
último ejemplo
“