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En cualquier caso, si algo añoran ambos son
esos ratos de diversión con los amigos. Pero no
sufran, que tanto Elena como Alejandro se
desquitan en vacaciones con una sobredosis
de ocio con los colegas. Relaciones personales
al margen, ambos han descubierto cosas
interesantes de EEUU y de su sociedad. Muchas
buenas, otras quizás no tanto. El madrileño
está contento allí, mucho, pero remarca la
vertiente individualista de algunas personas
con las que se ha topado.
“La mayoría de las veces buscan lo mejor para sí
mismos, lo que les afecta con las relaciones so-
ciales, les es más complicado confiar en otras
personas. Suelen buscar a alguien que les
pueda beneficiar en lo que están haciendo en
ese momento”, esgrime. “¡Pero algo estarán
haciendo bien cuando son la primera potencia
mundial!”, añade cambiando el foco del debate.
La golfista navarra, por su lado, valora posi-
tivamente que la americana es una sociedad
que “ofrece oportunidades a personas con
distintas cualidades y que acepta muy bien las
diferencias”.
La nota, un 10
Y el caso es que, con sus horarios complicados,
su exigencia deportiva, sus viajes larguísimos a
los torneos, sus cambios de clase, su gas-
tronomía discutible... la experiencia está siendo
sobresaliente para nuestros dos jugadores. “No
cambiaría nada, ¡he aprendido tantas cosas en
tan poco tiempo! Supongo que vivir solo ayuda
a tener nuevas experiencias, y estoy encantado.
Creo que he madurado mucho aquí, y la verdad
es que me hacía falta”, admite Alejandro.
En esa misma línea se expresa Elena, que ha
descubierto otro montón de cosas nuevas a
las que echará de menos, “especialmente el
fútbol americano, un deporte que merece la
pena vivir”. Para Elena está siendo “una ex-
periencia increíble, una oportunidad única de
hacer lo que más me gusta y al mismo tiem-
po tener una carrera. Y sin dejar de conocer
mucha gente de diferentes lugares. ¡Le pon-
go un 10!”, indica.
No cabe duda de que ambos están expri-
miendo al máximo estos cuatro años, los me-
jores de sus vidas… por el momento.
estudiar y hacer algo de deberes antes
de cenar sobre las 19,30 y terminar el día
viendo una serie o alguna película, algo
que no puede faltar para relajarme”.
El fin de semana la cosa cambia. Hay
competición, pero también algo más de
tiempo libre para un ocio que es
diferente a lo que entendemos por
nuestras latitudes, tanto por lo el hecho
cultural como por la circunstancia de
ser deportistas de élite a nivel amateur.
Mientras el ocio en España se centra en
divertirse con los amigos, y a poder ser al
aire libre, en Estados Unidos la cosa varía
ligeramente. “Mi ocio en España se basa
en pasar tiempo con mis amigos, y aquí
se centra sobre todo en ver películas o
series. Hay fines de semana en los que
hacemos cosas juntos, pero rara vez
entre semana”, argumenta Alejandro.
Elena, por su parte, lamenta el poco
tiempo de esparcimiento que le dejan los
estudios y el deporte, con torneos cada
dos semanas y las consiguientes
recuperaciones académicas que estos
conllevan. “Disfruto yendo a restaurantes
distintos y pasando tiempo con las
amigas. En España se hace más vida al
aire libre, y eso la verdad que lo echo de
menos”, indica la pamplonica.
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Reportaje
Mi Vida en USA
Lo dice Alejandro del Rey, que al igual que Elena Hualde está
contento con el rumbo que lleva su carrera deportiva en
Estados Unidos. “No echo nada de menos porque aquí tengo
de todo. Claramente he salido fortalecido de esta
experiencia, he crecido mucho como golfista y he aprendido
la forma de jugar en diferentes estilos de campo o hierba. He
madurado mucho dentro del campo de golf y me han
ayudado a ver de otra forma este deporte”, señala el número
45 del Ranking Mundial. La navarra, emplazada en el puesto
161 del planeta golf, agradece el hecho de haber aprendido
“a ver los campos con más estrategia y a no tomar
decisiones aceleradas” durante la ronda, pero agrega que “a
veces es difícil entenderte con alguien que no te conoce
desde hace tantos años”, por lo que en parte echa de menos
a sus técnicos de siempre. Si a este notable balance en el
ámbito deportivo se añade que tanto uno como otro están
más que satisfechos con sus vivencias en lo académico, ¿qué
más se puede pedir?
“Ahora veo este deporte
de otra manera”
Para Elena Hualde,
una nueva fan del fútbol
americano, lo mejor de
Estados Unidos es que
“ofrece oportunidades a
personas con distintas
cualidades y la gente
acepta muy bien las
diferencias”
“