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trabaja con trackman, video, plataforma de
presión, fitting, herramientas aptas para el
test de habilidades o el famoso SAM putt lab.
En las siguientes visitas al Centro de Excelencia,
la misión es realizar el seguimiento pertinente
haciendo comparativas entre datos. El antes y
el después deben reflejar la mejora del jugador.
No cabe duda de que son herramientas de
altísima utilidad... pero para quien sepa
aprovecharlas.
“Es un equipamiento de alto nivel, pero que
no te va a hacer mejor jugador si no te
esfuerzas. Es decir, como en todo, mejora el
que trabaja. Nosotros aportamos datos y en
función de ellos, asesoramos. El resto
corresponde al jugador y a su técnico”,
explica Fran Parrón.
Objetivos:
dar facilidades y asesorar
El Centro de Excelencia se inauguró en
enero de 2013 con la pretensión final de
aumentar el número de jugadores españoles
entre los 100 primeros del Ranking Mundial
tanto en el ámbito amateur como profe-
sional. Pero esa es la punta del iceberg. Por
debajo está el trabajo que se hace con los
chicos y chicas que están comenzando sus
carreras en los equipos de las Federaciones
Autonómicas.
Ellos son la materia prima habitual con la que
trabajan los técnicos de la RFEG, que tienen
como meta principal facilitar el acceso y el
uso de la tecnología a las Federaciones y dar
un asesoramiento a los entrenadores de los
jugadores, tanto en las Autonómicas como en
sus clubes.
“Los técnicos, por lo general, suelen ser muy
permeables a los consejos que les damos. No
somos nada intrusivos. Lo que hacemos es
tomar datos objetivos y brindar nuestro
asesoramiento. Luego cada técnico toma la
decisión de seguir estos consejos o no, pero
sabemos que son informes muy útiles”,
explica Abraham Ruiz.
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amos bolas con sentido, chicos,
¡Cada vez que cogemos el palo lo
hacemos con mucho cariño y nos
tomamos nuestro tiempo!”. Son palabras de
Francisco Parrón, Director Técnico del Centro de
Excelencia de la RFEG, la instalación de
vanguardia que se halla en el Centro Nacional
de Golf, en Madrid.
Hasta allí acuden al cabo del año cientos de
jugadores de los equipos de las Federaciones
Autonómicas y golfistas profesionales de primer
nivel con objetivos diferentes en muchos
aspectos pero similares en un punto: todos
quieren sacar el máximo partido de la tecnología
punta que se aplica en esta instalación.
La visita al Centro de Excelencia corresponde
a los jugadores infantiles y cadetes de la
Federación de Castilla y León. Hoy son ellos,
pero antes han sido los chicos y chicas de la
práctica totalidad de las Federaciones
Autonómicas, que dos o tres veces al año
acuden a realizar el seguimiento técnico y
físico de sus jóvenes talentos. De ello no solo
se benefician sus equipos en los Campeona-
tos Interautonómicos y los propios jugadores,
sino que saca provecho el golf español.
Conviene no olvidar que de las canteras
autonómicas se nutren los Equipos Naciona-
les, por lo que todos ganan ayudando a que
el talento aflore.
El camino hacia la mejora
Fran Parrón, Abraham Ruiz, técnico con una
carrera en el golf profesional a sus espaldas, y
Francisco Fernández, preparador físico de los
Equipos Nacionales, son los encargados de
trabajar mano a mano con los entrenadores
de las Federaciones Autonómicas –y con los
‘coaches’ de los profesionales– para sacar el
máximo jugo a esas jornadas de trabajo.
Cuando es la primera visita se hace la toma
de datos de cada jugador. En el apartado
físico se analiza la movilidad, estabilidad,
fuerza y potencia. Más complejo desde el
punto de vista tecnológico es la toma de
datos del apartado técnico. Para hacerla se
Centro
de Excelencia
La excelencia
en las manos
