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da, firmó el primero de sus cuatro aciertos en
el hoyo 3 para ponerse por delante en el mar-
cador y mantuvo el liderato hasta el final mien-
tras sus compañeras se alejaban poco a poco.
La golfista barcelonesa entregó un segundo
parcial de 68 golpes sin cometer un solo error
para conquistar el que es su segundo título del
año, ya que en abril ganó el ASGI Swiss Ladies
Open, perteneciente al LET Access Series.
No vinieron solas las alegrías para las golfistas
españolas en Vallromanes: Raquel Carriedo,
María Martín y Mayte Vizcarrondo compartie-
ron la cuarta posición con 143 impactos,
mientras que Virginia Espejo fue octava con el
par del campo y Patricia Lobato, María
Palacios y Gemma Fuster acabaron novenas
con un golpe sobre el par.
Triunfo inglés en Izki
La tercera prueba puntuable del Santander
Tour Golf –la cuarta fue el Campeonato de
España de Profesionales del que asimismo se da
cuenta en esta misma publicación– fue la que
se disputó en Izki Golf con victoria de la inglesa
Gabriella Cowley, que se impuso con una
segunda vuelta de 67 golpes para 8 bajo par.
Este fenomenal resultado privó de toda
opción a la castellonense Natalia Escuriola,
con quien la británica compartía partido y
con la que mantuvo un duelo hasta el final.
La madrileña Marta Sanz, colíder tras la pri-
mera vuelta, finalizó en tercera posición con -
6. Por detrás, la castellonense María Palacios
acabó cuarta con -4, mientras que Carolina
González –colíder tras la primera ronda– y
Virginia Espejo empataron en la quinta posi-
ción con -3, integradas todas ellas dentro de
un Top 10 en el que asimismo encontraron
cabida la malagueña Laura Cabanillas y la bar-
celonesa Camilla Hedberg. Visto así, a pesar
de que la victoria voló hasta suelo inglés, el
papel local fue más que destacado.
Carolina González
asalta el Santander
Carolina González, que en Vallromanes cosechó su segunda victoria, se
confirma como uno de los rostros más refrescantes de la temporada
E
l primer año de vida del Santander
Tour Golf está resultando una monta-
ña rusa de emociones. Las golfistas
están disfrutando de pruebas de primer nivel
y los aficionados ya han comprobado que ahí
se mueven chicas con calidad de sobra para
codearse con cualquiera. A ese escalón ha
accedido este curso Carolina González, que
en la prueba de Vallromanes cosechó su
segunda victoria profesional y se confirmó
como uno de los rostros más refrescantes de
la temporada.
Victoria en casa
para la barcelonesa
En el citado campo barcelonés Carolina
González se proclamó campeona de la quin-
ta prueba del Santander Tour, y lo hizo ante la
atenta mirada de familia y amigos, que no
dejaron de animarla hasta el último hoyo. Su
segunda vuelta de 68 golpes para 138 al total
(-6) no solo le permitió conseguir el título,
sino que le privó de los sufrimientos típicos
de quien gana, ya que superó en cuatro gol-
pes a la portuguesa Susana Veloso y a la no-
ruega Heramb Veslemoy.
Carolina González, que partía en la última
ronda a un golpe de la cabeza compartiendo
el partido estelar junto a Virginia Espejo y
Gemma Fuster, colíderes tras la primera jorna-
Santander
Tour Golf
Fotos: Fernando Herranz
Carolina González,
ganadora en Vallromanes:
“Estoy muy contenta. En golf siempre tenemos alti-
bajos y en los últimos días antes del torneo no esta-
ba muy fina mentalmente, pero con el apoyo de mi
psicóloga (Elisabet de las Heras) y Nacho Feliú
haciéndome de caddie, he conseguido ganar. Nacho
es mi preparador e, igual que ayer, me iba animando
a tirar siempre a bandera: “Pégale sin preocuparte,
donde vaya, allí fue”. Aunque lo parezca, no todo ha
sido tan fácil y también he pasado algunos momen-
tos de tensión en Vallromanes. Ganar en casa siem-
pre es más especial y hacerlo contando con el apoyo
de familia y amigos, muchísimo más. Mi familia tam-
bién me vio ganar en Suiza a pesar de que les pedí
que no vinieran por si me ponía nerviosa, pero cogie-
ron el último vuelo y estuvieron escondidos toda la
vuelta hasta el hoyo 18”
Gabriella Cowley,
ganadora en Izki:
“Esta victoria significa mucho, y ganar en un campo
diseñado por Seve hace que sea aún más especial.
El año pasado no me salieron las cosas, lo pasé mal
y tuve que volver a ponerme en manos de mi entre-
nador de siempre, Juan Antonio Marín, a quien
conozco desde que tenía 12 años y pasábamos las
vacaciones familiares en Sotogrande”.
Ante
el micrófono