A mitad de temporada
decidí cambiar de putter
por una cuestión de
sensaciones en el campo.
Ese cambio ha sido clave
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Por detrás empuja Jon Rahm. ¿Qué se
puede decir de un chico que lleva ya dos
Top 10 en el PGA como amateur?
¡Que se haga ya profesional, que está per-
diendo mucho dinero (risas)! Pese a que soy
mayor que él, le conozco de haber jugado
juntos cuando éramos pequeños. Es muy
bueno, lo que está haciendo no lo hace cual-
quiera. Lo veo jugando en Estados Unidos en
cuanto se pase a profesional, creo que ningu-
no tenemos duda de eso.
Tienes en común con Jon Rahm –y con
muchos otros golfistas de élite españo-
les– que ambos crecisteis jugando con
los Equipos Nacionales. ¿Qué recuerdos
guardas?
Buenísimos. Ya con 12 o 13 años empecé a
jugar Matches contra Francia, Inglaterra,
Portugal… y ahí aprendes y disfrutas a partes
iguales. Juegas en equipo, compites, lo
pasas bien, y eso terminó de engancharme a
esto del golf. Luego vinieron las concentra-
ciones, los Europeos… Lo recuerdo con
mucho cariño.
Luego estuviste unos años en Iowa State.
¿Cómo valoras ese periodo de formación,
te fue bien ir a Estados Unidos?
Bufff, bien en lo personal, una buena expe-
riencia, pero como jugador no me fue espe-
cialmente bien. Al contrario, diría. No gané
ningún torneo ni jugué como creo que podría
haberlo hecho. No es excusa, pero no acom-
pañaba el hecho de estar tan lejos de casa
pasando mucho frío. Eso sí, teníamos un gran
‘coach’ y aprendí mucho de cómo se planifi-
can los entrenamientos. Eso me ha servido
mucho posteriormente.
Ahora, después de dos años como profe-
sional, ¿te has hecho a este tipo de vida
de pro?
Me voy haciendo. Es una vida dura por los via-
jes. En 2015, solo entre febrero y agosto, he
hecho unos 26 viajes, y eso es complicado de
llevar. Por suerte de momento está yendo
todo bien en lo deportivo y eso hace que
todo sea más fácil.
Este 2016 es por fin año de Juegos Olím-
picos con golf. ¿Expectante?
Sí, como todos. A día de hoy todos pensamos en
una pareja Sergio García-Miguel Ángel Jiménez,
que seguro que lo haría fenomenal. Pero está
claro que entre mis sueños está el poder jugar
algún día unos Juegos. Estadísticamente es a
partir de los 30 años cuando se consiguen los
mejores resultados, así que tengo tiempo.
Aunque, bueno, gente como Rory McIlroy o
Jordan Spieth se están cargando esta teoría.
Por último, ¿te marcas un objetivo para
este 2016?
Mantener la tarjeta es el gran objetivo del
año. Pero siendo más ambicioso te diría que
entrar en la final de la Race to Dubai. Difícil
es, pero para alcanzar objetivos así es para lo
que uno trabaja.
en la del Alps. Solo me lleva los palos, pero
tenerle ahí cerca me ayuda. Casi siempre tra-
bajo con un caddie sudafricano.
¿En qué se basa tu crecimiento desde
que eres profesional, qué ha cambiado
en ese amateur de buen nivel que eras
hace apenas dos años?
Creo que ha sido clave la seriedad con la que
he afrontado la decisión de hacerme profe-
sional. Dejé la carrera en Estados Unidos para
jugar al golf –algo que no gustó nada a mi
madre– y he sido consecuente al máximo con
mi decisión. Antes entrenaba mucho, pero lo
veía como un hobby. Ahora entreno para
mejorar cada día.
Toca afrontar un inicio de calendario del
European Tour muy cargado. ¿Hay algún
torneo que tengas marcado en rojo en el
calendario?
Si digo la verdad, aún no me he hecho un
calendario, pero está claro que hay pruebas
que te llaman más que otras. Las tres del de-
sierto –Abu Dabi, Catar, Dubai– me apetecen
mucho porque el año pasado no las pude
jugar. El Open de España es un fijo para mí,
uno de mis torneos favoritos. El año pasado
pasé corte. Es un gran torneo siempre. Y
Wentworth, claro.
Hasta ahora, en estos dos años, has teni-
do la ayuda del Programa Pro Spain. ¿Lo
consideras determinante en tu despegue
como profesional?
Sí, sobre todo en mi primer año. Ten en
cuenta que en mi primer desplazamiento
como profesional fui a Egipto. Dos semanas,
ni más ni menos. Ahí es cuando necesitas
esas ayudas. Y con las invitaciones, claro. Los
nueve torneos del Challenge que pude jugar
fueron clave para poder sacarme luego la
tarjeta en la Escuela de Clasificación. Y si a
eso le sumas que tienes acceso a entrena-
mientos de élite en el Centro de Excelencia,
pues la conclusión es que el programa ha
sido básico en mi trayectoria.
Los resultados, tanto tuyos como del
grupo, ponen en evidencia que el
Programa Pro Spain está siendo un éxito.
Sí, claro. El nivel medio del grupo, de nuestra
generación de jugadores en general, es estu-
pendo, y esas ayudas están permitiendo que
los jugadores rindan. Ahí está Adrián Otaegui
o Ignacio Elvira. Solo nos falta una victoria en
el Circuito Europeo.
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Entrevista
Borja Virto
“Jugar con los Equipos Nacionales los Matches y Europeos terminó de
engancharme a esto del golf. Recuerdo esa etapa con mucho cariño”
