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l alicantino José Buendía estrenó su
palmarés nacional con el título de
campeón de España Profesional
Senior 2016, torneo celebrado en el recorrido
almeriense de Desert Springs que encumbró
a un jugador esforzado y trabajador por enci-
ma de otros que, con currículo deportivo
adornado por decenas de victorias, sucum-
bieron a su serena y continua eficacia.
Perteneciente a ese grupo de golfistas que
hacen del trabajo su razón de ser, José María
Buendía había dado en el pasado reiteradas
muestras de querer hacer algo grande, terce-
ro en este mismo torneo en la edición de
2012 y cuarto en los años 2013 y 2015, una
reincidencia que finalmente tuvo premio en
tierras andaluzas.
Juan Carlos Piñero recupera
sensaciones a lo grande
Anteriormente, en la primera jornada, fue
Juan Carlos Piñero, con un pasado lustroso
que incluye nutridas participaciones en el
European Tour y el Challenge Tour –donde
ganó el Open El Corte Inglés en 1994–, quien
acaparó máximo protagonismo tras recupe-
rar sensaciones a lo grande.
“No tenía ganas de venir, no encontraba
motivación”, explicaba con sinceridad quien
arrasó literalmente en los primeros 18 hoyos
de competición, 68 extraordinarios golpes
que le catapultaron hasta la primera plaza de
la clasificación a base de aciertos múltiples.
Cto. de España
Profesional Senior
El triunfo del trabajo
y el esfuerzo
José María Buendía estrenó su palmarés nacional con el título de campeón
de España Profesional Senior 2016 celebrado en Desert Springs
A pesar de ello, la alegría por el resultado, refle-
jado en el brillo de sus ojos, se cimentó en una
primera vuelta perfecta, cuatro birdies sin fallo
que dieron paso a unos segundos nueve hoyos
donde, par tras par, su tarjeta adquirió cotas inal-
canzables para el resto de competidores. Nadie,
ni siquiera un Pepín Rivero con un currículo
deportivo para quitar el hipo, rindió a nivel tan
extraordinario, si bien el madrileño, al acecho,
segundo en ese momento con 70 golpes, ofre-
ció asimismo una clase magistral de buen golf.
Igualdad a base de puros
Posteriormente, en la segunda ronda, el
Campeonato de España de Profesionales Senior
se igualó a base de puros, esa coloquial forma
de denominar a los putts embocados desde
larga o muy larga distancia que los tres colíderes
del torneo –Diego Morito, José María Buendía y
Juan Carlos Piñero– prodigaron en buena medi-
da en los segundos 18 hoyos en Desert Springs.
Los tres golfistas citados ocupaban con 3 bajo
par la cúspide de la clasificación gracias a su per-
sistente capacidad para recuperarse de los esca-
sos errores que jalonaron sus respectivas actua-
ciones durante la segunda jornada.
De los tres, quien exhibía mayor satisfacción era
el andaluz Diego Morito, exultante contando
que “he metido tres puros de 15 metros que
me han sabido a gloria. He estado muy consis-
tente de tee a green, incluso me he podido
relajar en determinados momentos a la espera
de lo que pase en la ronda final”.
A esa cita decisiva estaba asimismo emplazado
en el partido estelar José María Buendía, quien
sumó por su parte dos fantásticos puros a lo
largo de una vuelta emborronada únicamente
con un fallo en el hoyo 10 en el marco de una
actuación simple y llanamente sensacional.
Mención asimismo especial para Juan Quirós,
con vitola de ganador de este torneo en un
par de ocasiones (2009 y 2011). El entrañable
gaditano renegaba al término de la primera
jornada de su condición de actor secundario,
77 golpes entonces remedados a base de
aciertos en una segunda vuelta, para él, de
auténtica fábula (67 golpes).
José María Buendía
estrena su palmarés nacional
“Estoy muy contento, feliz. Es el triunfo al traba-
jo, lo llevaba persiguiendo hacía tiempo y por fin
ha llegado. Me alegro especialmente por mi
patrocinador, Kaine, un apoyo que me hace
jugar más tranquilo. Lo he notado en este
campo, que me ha parecido fantástico”, decía
José María Buendía nada más entregar su tarje-
ta, una honda satisfacción reflejada en una tími-
da sonrisa de quien, a pesar de trabajar mucho,
no abraza el victoria todas las veces que lo
merecen sus múltiples horas de dedicación.
Empatado a primera hora de la mañana junto
a Juan Carlos Piñero y Diego Morito, el partido
estelar se convirtió pronto en una olla en ebu-
llición, presión creciente en cada golpe que
muy rápido –bogey en el hoyo 3 y doble
bogey en el hoyo 4– descabalgó en la prácti-
ca a éste último de la lucha por el título.
José María Buendía, por el contrario, imprimió a
su juego un ritmo vigoroso donde sólo los
aciertos tenían cabida, y fue por detrás, dando
grandes zancadas, de donde surgió la verdade-
ra alternativa e intimidación a su buen hacer.
Y es que golfistas del prestigio de José
Manuel Carriles –cuatro birdies en la primera
vuelta, dos más en la segunda en el marco de
una jornada limpia de fallos– y Juan Quirós –
cuatro bajo par en su caso– ascendían de
forma meteórica antes de acabar, respectiva-
mente, segundo y tercer clasificado.
Y es que, en la recta final del torneo, José
María Buendía defendía con uñas y dientes,
con aparente calma, la comedida ventaja
adquirida en un final de competición digno
de los mejores guiones cinematográficos,
bogey del alicantino en el hoyo 17 que le hizo
sacar de dentro lo mejor de sí mismo en el
último y decisivo, sensacional golpe de apro-
ximación desde 180 metros que dejó la bola
a apenas 70 centímetros de bandera, un
golpe colosal que generó un nuevo birdie y su
primer título de carácter nacional, el triunfo
del trabajo y del esfuerzo.
Fotos: Miguel Ángel Caderot