T
res victorias consecutivas sumaba
Europa en la Ryder Cup, la madre de
todas las competiciones golfísticas,
y ocho en las últimas diez ediciones, unos
datos que invitaban al optimismo en la previa
de la visita al campo de Hazeltine National,
en Minnesota.
Pero no era la semana. Estados Unidos culmi-
nó tres días de dominio con su primera ale-
gría en años, un éxito merecido y trabajado
plasmado en el 17-11 final. Eso sí, la derrota
europea no empaña, ni mucho menos, el
buen papel de los dos golfistas españoles,
Sergio García y Rafael Cabrera-Bello, que
impulsaron a los de Darren Clarke hacia una
remontada que no llegó.
Errático inicio europeo
No fue la semana del combinado europeo, a
pesar del buen rendimiento de algunas de
sus piezas –como el joven belga Thomas
Pieters–, y eso se dejó ver desde el principio.
Al término de la primera jornada, Estados
Unidos dominaba en el marcador por 5-3, un
resultado que podía haber sido incluso más
abultado a la vista del desarrollo del viernes.
Los estadounidenses tuvieron un inicio abso-
lutamente demoledor, con triunfos en los
cuatro foursomes de la mañana, resueltos en
tres de los casos con manifiesta superioridad.
Sergio García y Martín Kaymer no lograron
sumar su punto, mientras que Rafael Cabrera-
Bello esperaba su turno en el buggie.
La complicada situación europea se arregló
de forma significativa en los fourballs de la
tarde, donde Sergio García y Rafael Cabrera-
Bello formaron pareja. Los españoles, muy
sólidos durante todo el enfrentamiento ante
J. B. Holmes y Ryan Moore, solventaron el
compromiso con un convincente 3/2 y apor-
taron su granito de arena para enderezar un
arranque duro.
Este alivio provisional se esfumó en la segun-
da jornada, cuando los estadounidenses
potenciaron su iniciativa aumentando ligera-
mente su ventaja. El día empezó con la
espectacular sesión de foursomes de la que
salieron reforzados Sergio García y Rafael
Cabrera-Bello, que derrotaron a Patrick Reed
rfeg
olf 79
78
rfeg
olf
Ryder
Cup
Estados Unidos
recupera el cetro
Sergio García y Rafael Cabrera-Bello fueron dos de las mejores noticias para
Europa. La derrota dejó otro aspecto positivo, el papel de Thomas Pieters
y Jordan Spieth después de ir cuatro abajo
en el hoyo 13.
En ese momento la épica se apoderó de los
españoles, dotados de una capacidad de
reacción que acabó asombrando a todos los
presentes, reeditando viejas sensaciones que
tan alto llevaron en el pasado tanto al equipo
europeo como a los representantes españo-
les que tanto han aportado a la Ryder Cup.
Por la tarde, sin embargo, los norteamerica-
nos retomaron la iniciativa y llevaron el duelo
a un 9.5–6.5 que dejaba las cosas muy cuesta
arriba para Europa.
Hazeltine no fue Medinah
El domingo pedía de una nueva gesta en los
partidos individuales, al estilo del llamado
‘milagro de Medinah’, pero esas hazañas se
dan en contadísimas ocasiones. Por si acaso,
el equipo capitaneado por Darren Clarke
puso todo de su parte para que hubiese
opciones.
Casi todos los partidos se resolvieron con
apreturas, con la única excepción de los que
midieron a Brooks Koepka y Danny Willett
(5/4) y a Zach Johnson y Matthew Fitzpatrick
(4/3). En ambos casos el punto cayó del lado
norteamericano.
Antes se habían producido una serie de bue-
nas noticias para el cuadro europeo que ali-
mentaban la tesis de la gesta: Henrik
Stenson y Thomas Pieters sometían a Jordan
Spieth y J.B. Holmes, respectivamente;
Rafael Cabrera-Bello se imponía con cierta
solvencia a Jimmy Walker (3/2) y Sergio
García le ponía las cosas en su sitio a Phil
Mickelson en lo que fue un enfrentamiento
sencillamente maravilloso.
El castellonense y el californiano dieron un
recital de birdies para acabar ambos con -9.
Tan magno espectáculo requería de un justo
reparto del botín que se dio con dos buenos
putts al 18. Medio punto para cada uno.
Para entonces el duelo estaba casi decidido.
Los triunfos de Patrick Reed ante Rory McIlroy
(1up), de Rickie Fowler ante Justin Rose (1up),
de Ryan Moore ante Lee Westwood (1up), de
Brandt Snedeker ante Andy Sullivan (3-1) y de
Dustin Johnson ante Chris Wood (1up) cerra-
ron un domingo triunfal para el entregado
público americano.
Pese a la derrota, esta edición dejó varias lec-
turas positivas para el equipo europeo, entre
ellas el enorme crecimiento de un Thomas
Pieters espectacular y el buen rendimiento de
los dos jugadores españoles, con mención
especial para el debutante Rafael Cabrera-
Bello. Y es que sobre jugadores jóvenes y
ambiciosos como el canario se deben sentar
las bases de los futuros éxitos.
