rfeg
olf 71
ciente para darle emoción al torneo al situar-
se a tres golpes del asturiano, una diferencia
accesible que asimismo tenían a tiro Carlos
Balmaseda –que anunciaba guerra de cara a
la última ronda, palabra de quien ya sabe lo
que es ganar este torneo– y el ilustre Pedro
Linhart, incombustible donde los haya, con el
aval de actual campeón de España Senior
Profesional y que se fue a descansar con la
satisfacción plena de quien consiguió un
albatros, tres bajo par del hoyo, el primero de
su extensa carrera.
Paciencia y serenidad
para ganar
Así las cosas, Alfredo García Heredia afronta-
ba la última jornada desde la atalaya más alta,
con tres golpes sobre el vasco Borja Etchart,
segundo clasificado, una diferencia que, sin
ser decisiva, generaba sincero respeto, toda
vez que la distancia se ampliaba a cinco y seis
golpes sobre los siguientes clasificados.
Por si fuera poco, Borja Etchart falló de ma-
nera repetida en los dos primeros hoyos, un
tropiezo en otras ocasiones intrascendente
pero que, en una jornada final, donde cada
acción adquiere el calificativo de vital, le alejó
en la práctica de la lucha por el título.
Lejos de respirar tranquilo gracias a una
primera vuelta al par producto de un bogey
–hoyo 6– compensado por un birdie –hoyo
9–, Alfredo García Heredia comenzó a sentir
en el pescuezo el aliento guerrero de Pablo
Martín y Carlos Balmaseda, quienes, desde
lejos, sometieron al asturiano a un acoso cre-
cientemente intenso.
Tanto monta, monta tanto, Carlos Balmaseda
y Pablo Martin fueron cincelando respectivas
vueltas primorosas a base de aciertos, una
suma de esfuerzos sin embargo insuficientes
dada la desventaja acumulada en las jornadas
previas, cinco y seis golpes de renta que, en
la práctica, se convirtieron en muro infran-
queable a pesar de su continuo empuje sin
desaliento.
Carlos Balmaseda, ataviado con indumentaria
de guerra, la misma que lucía cuando ganó el
título de campeón de España Profesional en
2007, cesó su ataque en el hoyo 16, el último
de los cinco birdies que adornaron su tarjeta.
Con más impulso aún, Pablo Martín intensi-
ficó todavía más su caza y captura, llevada al
límite con otro nuevo birdie –el séptimo de
su vuelta– en el mismo hoyo 18, un esfuerzo
adicional repleto de valor que insufló un
ápice más de presión a un Alfredo García
Heredia sin embargo impasible, que a base
de pares, al tran tran, plasmó sobre las calles
y los greenes del campo de Talayuela esa
robustez y esa firmeza que tanto caracteriza
a los asturianos y que, en esta ocasión, le ha
reportado el título de campeón de España
Profesional, el segundo de su carrera.
✓
recorrido convertido pronto en una
auténtica montaña rusa.
No obstante, ese resultado apenas le
restaba opciones de cara a los 36 hoyos
que faltaban, y es que, atendiendo a la
historia, curiosamente podía reforzar su
favoritismo, ya que en la edición de
2011, en la que fue campeón en El Valle
(Murcia), vivió su peor momento tam-
bién en la segunda jornada, en la que
también invirtió asimismo 74 golpes.
Por detrás de ambos, dos jugadores
jóvenes con una experiencia dilatada en
Circuitos Profesionales internacionales,
Borja Etchart y Pedro Oriol, discurrían
por caminos paralelos, todo ello sin des-
cartar a jugadores de la calidad de Pablo
Martín, Antonio Hortal, Pedro Linhart…
asimismo a la espera de su oportunidad.
García Heredia llama
a las puertas del título
El torneo se adentró en sus momentos
clave. No en vano, el asturiano inició la
tercera jornada a rebufo del madrileño
Jacobo Pastor, que se deslizó ligeramen-
te cuesta abajo de la clasificación en 18
hoyos en los que, a cara de perro, no
encontró la fórmula para reproducir los
aciertos de su compañero de partido
estelar, tocado por una varita mágica
que convertía en birdie casi todo aque-
llo que se ponía por delante.
De hecho, el bogey inicial de Alfredo
García Heredia no fue más que un sim-
ple espejismo, contraste brutal, oscuri-
dad seguida de plena luz, de los ocho
birdies que, entre los hoyos 3 y 13, rubri-
có el asturiano en su tarjeta.
Semejante relación con el éxito catapul-
taron al asturiano Alfredo García
Heredia hasta lo más alto de la clasifica-
ción, con todos sus rivales anonadados
por su exhibición de poder, una ristra de
alegrías que dio paso a un proceso de
humanización del consistente líder, que
llegó a aventajar al segundo clasificado
en seis golpes a falta de apenas 5 hoyos
para el final.
El momentáneo divorcio de Alfredo
García Heredia con el acierto en la recta
final del recorrido fue aprovechado por
otros dignos protagonistas para asumir
papeles estelares.
Fue el caso del vasco Borja Etchart, qué
mal comienzo –dos bogeys en los dos
primeros hoyos– y qué gran final, sufi-
70
rfeg
olf
Campeonato de España
Profesional Masculino
La presente edición de este Campeonato de España de
Profesionales se ha caracterizo por una interesante mezcla de
pujante juventud y serena veteranía que puso de manifiesto la
buena salud del golf español. Junto al grupo de aquellos que
todavía tienen una extensísima trayectoria profesional por delan-
te, brillaron con luz propia golfistas que forman parte de la his-
toria de este deporte, caso del canario Pedro Linhart (sexto cla-
sificado), el onubense Miguel Ángel Martín (duodécimo) y el cán-
tabro José Manuel Carriles (vigésimo segundo), todos ellos en la
parte alta de la clasificación de este torneo en clara demostra-
ción de que quien tuvo, retuvo.
Jugadores ilustres
entre los mejores
Alfredo García Heredia superó finalmente por un golpe al malagueño Pablo
Martin, protagonista de una espectacular reacción en la última ronda