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          M
        
        
          
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            LG
          
        
        
          M
        
        
          
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          ante el belicoso planteamiento de Beth
        
        
          Allen, otro birdie en el hoyo 7 que com-
        
        
          pensó un bogey en el 8 antes de superar
        
        
          de nuevo, en el 9, a la malagueña, punto
        
        
          del recorrido donde un putt decidido y
        
        
          valiente de la norteamericana, ejecutado
        
        
          incluso de manera temeraria, cuesta
        
        
          abajo, contrastó con una inoportuna y
        
        
          dolorosa corbata de la española.
        
        
          
            CALIDAD, CASTA Y PACIENCIA
          
        
        
          
            PARA GANAR EL TÍTULO
          
        
        
          La situación, con sólo 9 hoyos por delante
        
        
          y 3 de ventaja para la estadounidense, se
        
        
          tornaba lúgubre y tenebrosa, si bien Aza-
        
        
          hara Muñoz, todo casta y paciencia, guar-
        
        
          daba en la recámara lo mejor de su
        
        
          amplio repertorio golfístico para regocijo
        
        
          de sus numerosísimos seguidores, autén-
        
        
          tica legión de aliento y soporte que se
        
        
          puso especialmente de manifiesto cuando
        
        
          Beth Allen, en los hoyos 12 y 13, trans-
        
        
          formó su imperecedera consistencia en
        
        
          desconfianza y duda.
        
        
          Una bola al agua en el 12 y un putt de 30
        
        
          centímetros errado de forma increíble en
        
        
          el 13 alteraron su roqueña seguridad en
        
        
          favor de Azahara Muñoz, quien pasito a
        
        
          pasito, con contumaz templanza, dio al-
        
        
          cance a la norteamericana en el hoyo 14.
        
        
          La reacción, esperanzadora e ilusionante,
        
        
          se frenó sin embargo en seco al hoyo si-
        
        
          guiente, una salida defectuosa de la espa-
        
        
          ñola, a la derecha de la calle, que
        
        
          desembocó en bogey, nuevo drama de in-
        
        
          tensidad creciente que alcanzó un punto
        
        
          incluso más álgido cuando Azahara Mu-
        
        
          ñoz, jaleada por su público, embocó desde
        
        
          8 metros un impresionante putt en el hoyo
        
        
          17 –“me pasó lo mismo, en el mismo
        
        
          punto, cuando gané el Open de Francia y
        
        
          me dije, si lo hiciste entonces, lo vas a hacer
        
        
          ahora”, relataba posteriormente entre so-
        
        
          llozos de alegría la malagueña– que dejó a
        
        
          la norteamericana sin habla.
        
        
          La historia, la historia del Open de Es-
        
        
          paña, la historia del golf femenino espa-
        
        
          ñol, la historia de Azahara Muñoz,
        
        
          convergieron en un desenlace auténtica-
        
        
          mente dramático y sobrecogedor.
        
        
          Beth Allen, asimismo con cuentas pen-
        
        
          dientes por saldar con este torneo –se-
        
        
          gunda en 2011, tercera en 2014 y ahora
        
        
          segunda en 2016–, envío la bola al agua
        
        
          de salida en el último hoyo poco antes de
        
        
          que Azahara Muñoz, con un segundo
        
        
          golpe de aproximación esplendoroso, dic-
        
        
          tase la sentencia, la sentencia del Open de
        
        
          España, del golf femenino español y de la
        
        
          propia malagueña, protagonista indiscu-
        
        
          tible por segunda vez en apenas dos
        
        
          meses de los anales de este deporte.
        
        
          
            Profesionales
          
        
        
          Open de España Femenino
        
        
          El triunfo de la paciencia
        
        
          Azahara Muñoz, con la sensibilidad a flor de
        
        
          piel tras conseguir la gesta, comentó que
        
        
          ”ha sido un año difícil porque no he jugado
        
        
          muy bien y vine aquí con ganas de hacerlo
        
        
          lo mejor posible. Me agobié un montón,
        
        
          pero tuve una conversación con mi hermana
        
        
          que me dio la vida, me costaba hasta respi-
        
        
          rar. Me dijo que pasase lo que pasase mi fa-
        
        
          milia siempre me iba a querer igual. Llegue
        
        
          al tee del 1 el jueves y era otra. Ganar siem-
        
        
          pre es bonito, pero hacerlo en casa delante
        
        
          de mis padres, mis hermanos, la gente que
        
        
          ha venido de San Pedro de Alcántara, mis
        
        
          amigos, los niños de Guadalmina,… no hay
        
        
          palabras. Es increíble ser la primera española
        
        
          que gana el torneo. Espero que esto me de
        
        
          confianza, porque jugar en casa es siempre
        
        
          complicado. La gente me ha animado
        
        
          mucho, oía a los niños decir “venga Aza-
        
        
          hara, que tú puedes”, y sí, he visto que
        
        
          podía. No me he rendido nunca ni yendo
        
        
          tres por detrás. Ha sido un match play increí-
        
        
          ble, he jugado muy bien, pero no han en-
        
        
          trado los putts. Menos mal que no los he
        
        
          necesitado, pero ganar así, en el 18, es aún
        
        
          mejor. Ha sido el triunfo de la paciencia”.