El brillante palmarés de Santiago Luna atesora victorias vibrantes, caso de sus más recien-
tes triunfos en el Circuito Senior Europeo, en concreto en el SSE Open de Escocia 2013
y el ISPS Handa PGA Seniors Championship 2014. Además, el golfista madrileño se impu-
so en su día en Les Bulles Laurent-Perrier 1988 (torneo del Challenge Tour), el Open de
Madeira 1995 (del European Tour), al margen de ganar tres ediciones del Trofeo Hassan
II de Marruecos en 1998, 2002 y 2003. Sus múltiples triunfos dentro de nuestro país
incluyen, entre otros, tres Campeonatos de España de Profesionales Absolutos en 1988,
1990 y 2000.
Con más de 500 torneos en el European Tour a sus espaldas, su exquisita trayectoria
incluye una bonita anécdota, esa que se produjo en la Dunhill Cup de 1998, cuando se
impuso en St. Andrews a Tiger Woods y facilitó el pase del equipo español a la gran final
ante Sudáfrica. Ahí queda eso.
Santiago Luna,
el jugador que ganó a Tiger Woods
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S
antiago Luna redondeó su brillante pal-
marés con el triunfo en el Campeonato
de España de Profesionales Senior cele-
brado en Talayuela Golf, tres jornadas de inten-
sas emociones caracterizadas por el juego
efectivo y contundente de un jugador que aca-
para para sí uno de los pocos títulos que le fal-
taban dentro de nuestras fronteras en su cintu-
rón de éxitos.
Sin embargo, no fue Santiago Luna, sino Juan
Qurós, quien asumió el primero de los gran-
des protagonismos al encaramarse a lo más
alto de la tabla tras los primeros 18 hoyos.
Juan Quirós,
el primero en pasar al ataque
El gaditano esperó hasta bien mediada la pri-
mera vuelta para dar su gran toque de aten-
ción, tres birdies consecutivos, entre los hoyos
7 y 9, que le catapultaron hasta el liderato,
afianzado con un birdie más –en el hoyo 12–
que fue luego compensado por un bogey en
el hoyo 15, su único error del día.
Por detrás, al acecho, reivindicando laureles
victoriosos, José Buendía y Santiago Luna aca-
baron la ronda con unos muy meritorios 70
golpes, dos bajo par ratificados en ambos
casos mediante una sólida vuelta casi carente
de errores que les convertía a ambos en
serios candidatos al triunfo final.
Ese mismo calificativo lo llevaba en la sangre
Pedro Linhart, aún con los rescoldos de los dos
triunfos acumulados en este mismo torneo en
las dos ediciones precedentes. Bien es cierto
que tras comenzar como un ciclón rebajó sus
expectativas por culpa de dos bogeys a mitad
de recorrido –hoyos 9 y 12–, pero también lo es
que su recta final, con dos nuevos aciertos en
los hoyos 16 y 17, supuso un aviso a navegantes
para todos los participantes.
Cto. de España
Profesional Senior
Palmarés
redondo
Santiago Luna completó su palmarés con el Campeonato de España de
Profesionales Senior, uno de los pocos títulos nacionales de los que carecía
Fotos: Miguel Ángel Caderot
Santiago Luna
toma posiciones
Dieciocho hoyos después fue Santiago Luna
quien maravilló a todos los presentes con una
segunda vuelta inmaculada, resuelta mediante
unos incontestables 68 golpes que le distin-
guían, con 138 en total, como el rival a batir
para el resto de sus cualificados competidores.
El madrileño, en un ejercicio de solvencia, abrió
una brecha que se antojaba difícil de cerrar, tres
golpes de ventaja sobre Juan Quirós, cuatro
sobre Pedro Linhart y cinco sobre José Buendía,
un trío alternativo al poder establecido con
mano de hierro por Santiago Luna antes de que
la clasificación ahondase sus diferencias con
protagonistas en cualquier caso ilustres.
Y es que un poco más allá, en la tabla de
méritos, se situaban golfistas del indudable
caché de Domingo Hospital, José Dávila,
Diego Morito, Miguel Ángel Martín, Manuel
Moreno, Alfonso Piñero…, jugadores de los
que se podía esperar de todo pero con un las-
tre de golpes a esas alturas de la competición
que exigía remontadas espectaculares.
Magisterio de principio a fin
Y llegó la última jornada, donde Santiago
Luna ejerció magisterio de principio a fin a
pesar de los esfuerzos de Juan Quirós –que
siempre dio la cara en la lucha por el título– y
de Pedro Linhart, gran ejemplo de jugador
combativo que contribuyó a que la jornada
final fuese de auténtico espectáculo.
Su recta final, con aciertos en los hoyos 14 y 16
que prolongaron la emoción del campeonato,
fue otro aliciente adicional para quienes presen-
ciaron su juego, premiado con la segunda
plaza.
Bien es cierto que la renta acumulada por
Santiago Luna durante las dos primeras jorna-
das se antojaba un mundo que sin embargo
el golfista madrileño se apresuró a defender
desde el primer momento con uñas y dientes
ante el empuje de sus dos principales rivales.
Juntos en el bien denominado partido estelar,
Santiago Luna asistía impertérrito a las sucesi-
vas propuestas de Juan Quirós y Pedro Linhart
–ambos birdies en el 9 y en el 11, por ejem-
plo–, a las que opuso una machacona insis-
tencia en completar cada hoyo con el par,
nada menos que once pares consecutivos
antes de que, templanza infinita, el madrile-
ño dinamitara la fiera persecución de sus cua-
lificados oponentes mediante dos birdies
consecutivos, en los hoyos 12 y 13, que sen-
tenciaron en la práctica el destino del torneo.
Quedaban, sí, cinco hoyos por delante, pero la
ventaja adquirida –a pesar de sendos bogeys en
el 15 y el 17 enjugados parcialmente con un bir-
die en el 16– resultó ya infranqueable para quien
manejó la tensa situación –también birdie de
Pedro Linhart en el 16, en un último esfuerzo por
variar el destino– a las mil maravillas.
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