RFEGolf 111 (junio - agosto 2018) - page 2-3

F
ue la última fotografía de ámbito
golfístico que le realizaron, son-
riente, muy sonriente, más aún
incluso que quien, a su izquierda, porta-
ba con enorme satisfacción la copa de
ganador del Open de España, el torneo
más importante de cuantos se celebran
en nuestro país.
Emma Villacieros, presidente de la RFEG
entre 1988 y 2008, no dudó ni un instante en fotografiarse junto a Jon
Rahm en la sala donde se concentraban decenas y decenas de medios
de comunicación, justo después de una rueda de prensa multitudinaria
y antológica en la que se reprodujeron todo tipo de sensaciones glorio-
sas relacionadas con nuestro deporte.
Se acababa de gestar un momento único, mágico e histórico para el
golf español, un Open de España que ha pasado a ocupar un lugar pre-
ferente dentro de su brillante cronología, y Emma Villacieros, con esa
exacerbada capacidad de análisis e impulso arrebatador que le caracte-
rizaba, solicitó con la clarividencia que le distinguía realizarse una foto
con quien condensaba, a pesar de su juventud, muchas de las virtudes
por las que Emma Villacieros trabajó con tanto ahínco durante toda su
vida, una vida dedicada para y por entero al deporte del golf.
Sin saberlo en ese momento, ambos personajes concentraban pasado,
presente y futuro de una especialidad deportiva que, en nuestro país,
ha sufrido un importante proceso de transformación en los últimos
treinta años producto del trabajo y la aportación de centenares y cen-
tenares de personas, entre quienes por supuesto hay que destacar a
Emma Villacieros, uno de esas escasas personas capaces de convertir
en realidad sus proyectos, por complicados o alocados que pudieran
parecer a primera vista.
Se empeñó en hacer popular un deporte que en los años noventa con-
taba con apenas 45.000 federados. Se empecinó en fomentar la cons-
trucción de campos públicos en un país donde las Administraciones
Públicas obviaban e incluso desdeñaban al deporte del golf, forzando a
base de insistencia su progresivo cambio de mentalidad, concienciando
a propios y extraños de los beneficios deportivos, sociales, económicos,
turísticos y medioambientales de esta actividad.
Por si fuera poco, se obstinó en convencer a romanos y troyanos para
integrar al golf dentro del Programa Olímpico y persistió, aliándose con
las personas adecuadas, para que la Ryder Cup saliese por primera vez
de las Islas Británicas para que se celebrase con enorme éxito en 1997
en Valderrama. Se obcecó igualmente en crear una Escuela Nacional de
Golf con el objetivo de cimentar las bases de este deporte y persistió
hasta la extenuación para conseguir unos terrenos públicos donde
construir el Centro Nacional que desde hace unos pocos años lleva su
nombre, el lugar donde 50.000 personas –sí, sí, 50.000 personas–
vibraron con una emoción e intensidad que todavía genera admiración
durante la celebración del Open de España.
Quizá por ello Emma Villacieros sonreía tanto en la foto, más aún inclu-
so que quien, a su izquierda, portaba con enorme satisfacción la copa
de ganador de un Open de España absolutamente mágico por sus cua-
tro costados. Y es que durante cuatro días gloriosos se hizo realidad
todo aquello por lo que había soñado durante toda su vida.
Real Federación Española de Golf -
Presidente Gonzaga Escauriaza Coordinador Editorial Luis Alvarez de Bohorques Dirección Miguel A. Caderot Redacción Miguel A. Caderot, Jorge Villena y José G. Fernández
Real Federación Española de Golf C/ Arroyo del Monte, nº5 28035 Madrid Tel. 91 376 91 30 Fax 91 556 32 90 e-mail:
Netgolf Comunicación, s.l. -
Producción Editorial y Coordinación Publicidad
Netgolf Comunicación Av. Manuel Girona, 68 local 2 bajos 08860 Castelldefels (Barcelona)
Tel.
93 636 63 23
Publicidad - Directora Comercial Teresa Serra Tels: 659 69 55 69 - 93 430 03 23
Depósito Legal B-17003-97 ISSN 1695-968X
Editorial
rfeg
olf 3
La sonrisa
de una visionaria del deporte del golf
1 4-5,6-7,8-9,10-11,12-13,14-15,16-17,18-19,20-21,22-23,...100
Powered by FlippingBook