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Torneos
Internacionales
P
ara entrar en el selecto club de juga-
dores que, cercanos ya a dar el salto
al profesionalismo, suelen estar pre-
sentes en la lucha por las grandes victorias
internacionales, hay que demostrar muchas
virtudes y pocas carencias. Hay que insistir a
base de buen juego, consistencia, ambición...
En pocas palabras, hay que derribar la puerta.
Este año ha dejado a algunos jugadores en el
umbral de esa puerta. Ahí está Ángel Hidalgo,
confirmando con su brillante victoria en el
Internacional de España Stroke Play todo lo
bueno exhibido en los meses previos. Y ahí se
ha colado Alejandro Aguilera, autor de una de
las historias más llamativas que se han visto
en el British Boys, nada más y nada menos.
Ángel Hidalgo
se confirma en Bonalba
El campo alicantino de Bonalba Golf vivió un
Internacional de España Sub 18 Masculino
terriblemente intenso del que salió victorioso
el actual campeón de España, un Ángel
Hidalgo siempre dispuesto a plantar cara en
cualquier escenario. Su fenomenal campaña
es una de las notas más positivas que dejará
el balance de 2016.
El golfista malagueño se impuso después de fir-
mar rondas de 70, 70, 67 y 68 golpes para ter-
minar con tres golpes menos que el balear
Miguel Bisellach y el madrileño Eugenio López-
Chacarra, siendo estos tres jugadores los únicos
que lograron bajar del par del campo alicantino.
Este trío fue el centro de todas las miradas,
pero hubo más nombres propios. Uno de
ellos, el del asturiano Pablo de Robles, líder al
término de una primera jornada que comen-
zó con buenos resultados: hasta 13 jugadores
concluyeron el día bajo el par del campo.
Las buenas sensaciones de los jugadores espa-
ñoles emanaron, fundamentalmente, del pro-
pio Pablo de Robles, autor de 67 golpes,
Eugenio López-Chacarra y del donostiarra Borja
Martín, todos ellos entre los cuatro primeros de
una clasificación con claro color local.
En la segunda jornada se reforzó el liderazgo
español. La cabeza de la tabla pasó a Miguel
Bisellach, que jugó bajo par por segunda vez
consecutiva. El jugador balear de la Escuela
Nacional Blume firmó la mejor vuelta (67) en
un día con hasta quince rondas bajo par.
No fue hasta la tercera ronda cuando Ángel
Hidalgo tomó el mando de la clasificación
junto con Eugenio López-Chacarra. Ambos
firmaron 67 golpes para compartir trono con
uno de ventaja sobre Miguel Bisellach, lo que
dejaba un escenario de cara a la manga final
propicio para la emoción.
Llegado el día D, Ángel Hidalgo se llevó la vic-
toria invirtiendo 68 golpes, por los 70 de
Miguel Bisellach y los 71 de Eugenio López-
Chacarra. Estos tres golfistas ocuparon el
podio de forma merecida: nadie jugó mejor
ni fue tan consistente. El balear y el madrileño
fueron los justos acompañantes de Ángel
Hidalgo, hoy por hoy una de las realidades
más ilusionantes del golf nacional.
Con su triunfo en el Internacional de España Stroke Play, Ángel Hidalgo
certificó que no es flor de un día, sino un jugador de enorme talento
Derribando
la puerta
Alejandro Aguilera
firmó un British Boys
memorable. Superó
rondas a base de buen
golf y épica, cediendo solo
en la gran final y ante un
magnífico rival
memorable. Superó
Alejandro Aguilera
llama a la épica
El final de la historia de Alejandro Aguilera en
la 90 edición del British Boys no fue feliz,
pero no por ello se puede decir que no
fuese un precioso relato. A veces más impor-
tante que llegar es disfrutar del camino, y el
jugador madrileño disfrutó en el mítico
escenario de Muirfield e hizo disfrutar a los
demás. ¡Y de qué forma!
No, no ganó el torneo, fue subcampeón.
Cedió en el hoyo 37 de una final épica con el
alemán Falko Hanisch. El madrileño se quedó
a las puertas de convertirse en el noveno
español en ganar la prueba, una de las más
relevantes del planeta golf.
Tras una primera fase stroke play más que
correcta en la que terminó en el puesto deci-
moctavo con un total de +2, Alejandro
Aguilera accedió a la fase match play con una
cierta confianza en sus posibilidades. La
empresa era realmente dura, pero su juego y
su mentalidad eran las adecuadas.
Fue precisamente esa fe en su juego la que le
hizo superar las tres primeras rondas en el hoyo
18. Primero con el alemán Constantin Unger en
un emocionante duelo que anunciaba la trave-
sía por la que iba a caminar el español.
En la siguiente ronda, por la mañana se
enfrentaba al inglés John Cough, al que derro-
tó en el último hoyo, y por la tarde hizo lo
propio con el sueco Marcus Svenson, con la
particularidad de que el español tenía contro-
lado el partido en el hoyo 15, ganando por
2up, pero el sueco le alcanzó y le obligó a
pelear por la victoria en el 18.
Con ese bagaje y ese carácter rebelde e
inconformista en la bolsa, Alejandro Aguilera
iba preparando el terreno para lo que se le
venía encima. Era el único español en juego,
toda vez que las sucesivas rondas habían ido
pasando factura a los supervivientes de la exi-
gente fase clasificatoria.
Alejandro del Rey, que había sido séptimo en
la fase previa con un total de -1 (uno de los
únicos diez que logró situarse bajo par), cayó
en la primera ronda junto a Jon Lopez-
Lanchares y Miguel Ángel Herrero; Ignacio
Montero cedió en la segunda y Miguel
Bisellach se despidió en la tercera.
Ninguna circunstancia parecía perturbar a
Alejandro Aguilera, que afrontaba los cuartos
con total confianza y serenidad. Tanta que no se
inmutó cuando su partido con el inglés Danny
Daniels se alargó hasta el hoyo 22. El español
apenas contabilizó ventajas en el partido, pero
supo resistir y aprovechar su momento.