eran la pareja más joven de la prueba para valo-
rar su decimotercer puesto final.
La propia Canada Cup, una de las principales
referencias internacionales durante los déca-
das 60-70, volvió a ponernos en el foco mun-
dial cuando en la edición de 1963, celebrada
en París con nueve hoyos suspendidos a causa
de la niebla, Ramón Sota y Sebastián Miguel
terminaron segundos a tres golpes de Estados
Unidos, con los invencibles Arnold Palmer y
Jack Nicklaus. En la clasificación individual
acabó primero Nicklaus, siendo segundos
empatados Sebastián Miguel y Gary Player.
Precisamente la Canada Cup fue la primera
competición de prestigio internacional que
se organizó en nuestro país, celebrándose en
Club de Campo, en Madrid, en 1965, curiosa-
mente el año en que la Federación y la revista
estrenaron sus primeras oficinas emancipa-
das de la casa de Enrique Meijide Aguiar.
“España tenía derecho a disfrutar de la Copa
Canadá”, afirmó Fred Corcoran, director de tor-
neos de la International Golf Association, orga-
nizadora del evento, y ciertamente se disfrutó.
Fue un éxito absoluto en todos los sentidos, con
enorme asistencia de público, ávido de cono-
cer de cerca a figuras de la talla de Player,
Nicklaus (primero y segundo en la clasificación
individual), De Vicenzo, Thomson, Swaelens,
Chi Chi Rodríguez, Knudson, Wostenholme,
etc…, de juego (con victoria de Sudáfrica por
delante de España, con Ramón Sota y Angel
Miguel, y Estados Unidos), y de reconocimien-
tos internacionales que se volcaron en elogios a
la gestión española de la competición. Como
remate, hubo una enorme cobertura de la
prensa nacional, que siguió la prueba con un
interés inusitado, descubriendo unos valores
hasta entonces desconocidos para ella, lo que
trajo consigo un considerable aumento del
número de aficionados.
Este hecho fue asimismo el gran impulso para
12
rfeg
olf
rfeg
olf 13
nuevos proyectos y torneos que en los comien-
zos de la revista únicamente se limitaban al
Campeonato Nacional Amateur y de Profesio-
nales, el Internacional Amateur y Profesional, la
Copa Nacional Puerta de Hierro y el Match Es-
paña-Portugal. A través de las páginas de la re-
vista GOLF se iba siguiendo la historia del golf
nacional, las variaciones de hándicaps de todos
los federados, se cubrían los principales torneos
gracias a la amabilidad de alguien que no duda-
ba en colaborar aceptando la solicitud de Meiji-
de e, incluso, los principales torneos extranjeros
se contaban de primera mano gracias a algún
aficionado asistente.
Un giro más profesional
a partir de 1966
En 1966 la revista toma un giro más profesional
(otra de las aportaciones añadidas de la Canada
Cup) y Enrique Meijide Pérez, hijo del fundador,
se incorpora como director comercial de la re-
vista y comienza a hacer más viable la publica-
ción, que asistiría casi en primera persona a par-
tir de entonces a las diferentes efemérides que
han ido jalonando la historia de nuestro golf.
Se viven intensamente en las páginas de la
revista las rivalidades internacionales de Nick-
laus, Palmer, Player y Treviño; las protagoniza-
das por los mejores profesionales propios, co-
mo los hermanos Miguel y Sota, principal-
mente, se siguen con interés los triunfos de
nuestros mejores amateurs y con esperanza
los progresos de los más jóvenes, destacando
el VII Campeonato de Europa Junior que
nuestros jugadores ganaron en Suecia, un
equipo formado por Román Tayá, Juan Catari-
neu, José Luis Noguer, Javier Viladomiu, San-
tiago Fisas y Nicasio Sagardía, con Santiago Fi-
sas Mulleras como capitán no jugador y Nica-
sio Sagardía como entrenador.
Y las anécdotas mantienen su hueco, como la
protagonizada con la construcción de cam-
pos de golf en las penitenciarías de Estados
Revista
de la RFEG