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a Escuela Nacional Blume ha iniciado
un nuevo curso, ¡el vigesimosexto!,
con una considerable renovación de
componentes. La marcha de algunos de los
jugadores más importantes de los últimos
años a nivel nacional deja paso a ocho chicos
y chicas nuevos que llegan con las maletas
cargadas de ilusiones, las bolsas de palos
hasta arriba de buenos golpes por dar y la
mente abierta para exprimir al máximo esta
oportunidad que se les presenta. Eso sí, los
objetivos son los mismos de siempre: formar
golfistas y personas.
Ocho por ocho
El Centro Nacional de Golf de Madrid seguirá
siendo el lugar de entrenamiento de la
Escuela, con el Centro de Excelencia como
base de operaciones. Allí se echará de menos
a los ochos golfistas que dejan plaza: Mario
Galiano, Iván Cantero, Íñigo López-Pizarro,
Alejandra Pasarín, Pablo Rodríguez-Tabernero,
Covadonga Sanjuán, María Parra y una Nuria
Iturrios que ya es profesional. Atrás dejan
muchos buenos momentos y un crecimiento
deportivo y personal que deben continuar en
sus nuevas etapas. Algunos se van a Estados
Unidos a completar su formación, otros dis-
putan ya Escuelas de Clasificación para hacer-
se un hueco en los Circuitos Europeos, pero
todos dejan una bonita huella en la Blume.
Ahora es el turno de un grupo de chicos naci-
dos todos en 1999, es decir, en pleno periodo
de máximo aprendizaje. Tres baleares como
Miguel Bisellach, Nuria Jiménez y Joan Tous;
un castellonense, Carlos Abril; una valenciana,
Belén Amorós; un donostiarra, Borja Martín;
una murciana, Raquel Olmos; y una asturiana,
Paula Neira, son los elegidos para acompañar
a los ‘veteranos’ Xabier Gorospe, Ana Peláez y
Marta Pérez en un curso apasionante.
Objetivo: formar
personas y golfistas
El principal objetivo en las dos sedes de la
Escuela Nacional Blume, tanto la de Madrid
como la de León, es el de formar al mismo
tiempo deportistas de elite, personas íntegras
y buenos estudiantes, facilitándoles para tal
fin una educación planificada e integral que
les permita desarrollarse al máximo en ambos
aspectos. Aquí, en este principio, caben todas
las actuaciones que se llevan a cabo a lo largo
del año: fomento de los estudios, trabajo
deportivo, físico y psicológico, asistencia a
campeonatos....
Un año más, los golfistas están instalados en
Madrid en la Residencia Blume, sede que
acoge a los deportistas de elite de los distin-
tos deportes a través de sus Federaciones
Nacionales. Los becados acuden cada maña-
na al Centro Nacional de Golf para entrenar a
las órdenes de los técnicos, con Salva Luna a
la cabeza, y por la tarde asisten a clase.
Nuevos golfistas,
Escuela Nacional
Blume
mismos objetivos
La Escuela Nacional Blume inicia su vigesimosexta temporada con ocho
caras nuevas que vienen a relevar a Mario Galiano, María Parra y compañía