privilegio –tercera, cuarta y sexta, res-
pectivamente– excluida la lógica pre-
sencia de golfistas consolidadas como
las citadas Tania Elósegui, Mireia Prat y
María Hernández.
Mientras se definía la situación, Tania
Elósegui y Mireia Prat llevaban convi-
viendo sobre el campo desde hacía dos
días, en el mismo partido, mirándose de
reojo, analizando milimétricamente sus
respectivas acciones, 36 hoyos y más de
10 horas de por medio para acabar
como empezaron, empatadas, mínima
expresión a dos actuaciones sobresa-
lientes plasmadas en tarjetas donde los
errores constituían una anécdota.
“Es una lucha personal, algo que quiero
demostrarme a mí misma”, decía la
donostiarra Tania Elosegui, que golpeó
con precisión en decenas de ocasiones,
arañando al campo otros dos golpes a
base de aciertos.
A su lado, imperturbable, Mireia Prat
reconocía que “ambas jugamos muy
ordenadas. La que acierte más en los
greenes ganará”, un buen análisis para
quien, desde aquel lejano bogey en el
hoyo 1 de la primera jornada, no sabía
lo que era fallar en el recorrido de Costa
Adeje. Dos birdies en los hoyos 8 y 18 y,
lo dicho, ningún bogey en la segunda
ronda resumían su perfección en un tor-
neo que se adentraba en la recta defini-
tiva, el ser o no ser, un reto sin ninguna
de duda de enorme altura.
Meteórica irrupción
de las amateurs
Y llegó la gran jornada final… y la mete-
órica irrupción de las golfistas amateurs.
Mucho antes de que se fraguase el esta-
llido de juego de Ainhoa Olarra y la per-
severante eficacia de Natalia Escuriola
–componente del partido estelar junto
a Tania Elósegui y Mireia Prat–, la profe-
sional donostiarra exhibió ese ánimo
combativo que le llevó a poner tierra de
por medio sobre Mireia Prat –su princi-
pal escollo en ese momento– a las pri-
meras de cambio, en el primer hoyo, un
par 5 larguísimo que Tania Elósegui
resolvió a las mil maravillas para anotar
un birdie en su tarjeta y, más importan-
te aún, transmitir un serio mensaje a su
gran rival de que, en esa lucha personal
que lleva gestando desde hace meses,
estaba dispuesta a todo por ganar.
Por si fuera poco, Mireia Prat, ejemplo
palmario de regularidad a lo largo de
todo el torneo, pinchó en el hoyo 4, una
desventaja de dos golpes minimizada
de inmediato por la barcelonesa en el
siguiente hoyo en clara demostración
de su inalterable espíritu combativo.
La batalla era cruenta. Mínimos matices
llevaban a una y otra a vivir al borde del
abismo en su lucha encarnizada por la
victoria, si bien era Tania Elósegui quien
llevaba la voz cantante, incrementando
continuamente la presión mediante gol-
pes certeros que obligaban a Mireia Prat
a experimentar situaciones límite que
llevaron a la barcelonesa, poco a poco,
a descolgarse del duelo final.
Mientras, por detrás, la navarra María
Hernández concretaba aciertos para no
perder comba y presentarse como váli-
da y merecida opción de triunfo, una
remontada recompensada por el sub-
campeonato de España profesional
compartido junto con Mireia Prat.
Además, al tiempo, eran las amateurs
Ainhoa Olarra, Natalia Escuriola y Luna
Sobrón quienes ofrecían excelentes ver-
siones de sí mismas para confirmarse
entre las mejores y aprovechar al máximo
su experiencia entre las profesionales,
grupo donde Belén Mozo –falta de regu-
rfeg
olf 67
66
rfeg
olf
María Hernández
y Mireia Prat, cuartas
clasificadas, comparten
el subcampeonato de
España Profesional
DISA Cto de España
Profesionales Femenino
laridad como para inquietar verdaderamente a
las líderes– y Laura Cabanillas –una vez más
muy arriba en la clasificación, más meritorio en
este caso por aquello de su incipiente embara-
zo– también daban vida al torneo.
La atención, sin embargo, se centraba casi en
exclusiva en el partido estelar y en la volcáni-
ca irrupción de la joven amateur Ainhoa
Olarra, que bordaba una exhibición de juego
mediada la vuelta, 5 birdies en 6 hoyos, cua-
tro consecutivos, que le catapultaban hasta la
segunda plaza junto a la también amateur
Natalia Escuriola.
El desenlace a tanta tensión resultó, como
todo su desarrollo, espectacular, con una
enésima propuesta ganadora de Tania
Elósegui que no encontró respuesta entre las
profesionales, con la descarada resistencia de
la pareja de amateurs, plasmada incluso en
un playoff de desempate para el recuerdo, un
final de película con dos protagonistas de
excepción, la ganadora Ainhoa Olarra y la
campeona profesional Tania Elósegui, cuyo
deseo por volver a la cima, por demostrar
que el trabajo rinde sus frutos, se hizo reali-
dad con el título del DISA Campeonato de
España de Profesionales Femenino.
1...,46-47,48-49,50-51,52-53,54-55,56-57,58-59,60-61,62-63,64-65 68-69,70-71,72-73,74-75,76-77,78-79,80-81,82-83,84-85,86-87,...100