LG
M
21
LG
M
20
James Morrison
Profesionales
E
l inglés James Morrison expuso 278
razones para ganar el Open de
España 2015, 278 golpes a lo largo de
las cuatro jornadas de competición que
resultaron una propuesta inaccesible
para el resto de sus cualificados y bata-
lladores rivales, incluido un Miguel Ángel
Jiménez que, segundo al final, convirtió
su actuación en el RCG El Prat en el
paradigma del espectáculo.
Bien es cierto, y así quedará para los ana-
les de la historia, que James Morrison
incluye su nombre en un lugar prestigioso
y selecto, la peana de la copa del Open de
España, esa que pueblan jugadores de
pedigrí golfístico incontestable, pero tam-
bién lo es que fue Miguel Ángel Jiménez
quien acaparó la mayor parte de las mira-
das durante una ronda final para el
recuerdo, compendio de tensión, emo-
ción y espectáculo por parte del malague-
ño universal, un tipo genial que ha adqui-
rido el privilegio –a base de trabajo y
esfuerzo– de tomarse cada jornada de
golf como una auténtica fiesta.
James Morrison aplicó eficacia y sobrie-
dad a todas sus acciones, sin duda el
camino adecuado para acabar en lo más
alto de la clasificación, pero fue Miguel
Ángel Jiménez quien transmitió las
mejores sensaciones y las mayores ale-
grías, una forma de encarar cada tee de
salida, de dirigirse al público mediante
una mirada y unos gestos cautivadores,
de afrontar todos los hoyos con valentía,
de responder a la devoción de su público
con actitud torera, acariciándose la gorra
cual montera, lo que acabó por generar
una electrizante corriente de simpatía
recompensada, además, por una más
que meritoria segunda plaza.
“Me he dejado varios putt de 2-3 metros
a lo largo de la vuelta”, reconoció con
un toque la lástima quien siempre aspira
a más y más, a alcanzar lo más alto, a
luchar siempre hasta el último instante,
ese jugador carismático que volvió a
blandir el palo cual estoque y marcarse
su particular baile ‘moonwalker’ cuan-
do, tocado por la varita mágica de los
dioses, apuntó un extraordinario eagle
en su tarjeta en el hoyo 5.
Embalado por esa maravillosa actitud ga-
nadora, Miguel Ángel Jiménez volvió a
arañar golpes al campo en el hoyo 6, en el
8, en el 12..., una carrera hacia el cielo que
no fue más contundente porque la renta
adquirida por James Morrison a primera
hora de la mañana era excesivamente
grande como para obrar el milagro.
De hecho, James Morrison, un jugador
que acaba de construir en el RCG El Prat
la mayor de sus hazañas, huérfano hasta
el momento de títulos de relumbrón en
su currículo –sólo el más modesto Open
de Madeira 2010 figuraba en su cinturón
de éxitos–, se limitó a ofrecer una actitud
pulcra y académica durante la última
ronda, una sucesión de pares, salpicada
únicamente por dos birdies en los hoyos
5 y 9 y otro más en el 18 para la galería,
que él mismo sabía que era una propues-
ta no muy agresiva pero más que suficien-
te para acabar en la entrega de premios
elevando al cielo el trofeo de campeón.
Sus en apariencia verdaderos rivales a
falta de 18 hoyos para la conclusión fue-
ron sucesivas víctimas de sus propios erro-
res, una actitud vacilante aprovechada al
máximo por Miguel Ángel Jiménez para
convertirse, una vez más, en protagonista
estelar de una fiesta que precisa de talan-
tes, disposiciones y actitudes tan osadas,
audaces y atrevidas como las que siempre
ofrece el inigualable MAJ.
También lo reflejaron, aunque un poco
más atrás en la clasificación, otros golfis-
tas españoles con rendimiento loable,
caso de José Manuel Lara, Jorge
Campillo y Eduardo de la Riva, empata-
dos en la séptima plaza los dos primeros,
noveno el último de ellos.
El valenciano, enrabietado por su propio
éxito –un buen puesto que le permite de
nuevo mirar al golf de frente y afrontar
retos a la altura de su indudable calidad–
se marcó un 66 final que constituyó la
segunda mejor marca de la última ronda,
fulgurante propuesta que contrastó con
otra igualmente plausible, regularidad
por bandera –una vuelta de 74 y tres de
70– de Jorge Campillo, mientras que
Eduardo de la Riva, ídolo local, alternó
todo tipo de experiencias (66, 77, 74 y
68) para distinguirse asimismo como
hombre Top 10 dentro del torneo.
Todos ellos miraron al final como James
Morrison recogía el trofeo de ganador y
exhibía sonrisa de oreja a oreja, pero era
MAJ, en esa misma entrega de premios,
quien acaparaba la mayor de las ovacio-
nes. Cosas de actitudes toreras, de mira-
das y gestos cautivadores, de tomarse el
golf como una auténtica fiesta.
GANA EL OPEN DE ESPAÑA
Texto: RFEG
Foto: Luis Corrralo
Clasificación Final
1.- James Morrison (Inglaterra)
278 (70+71+68+69)
2.- Miguel Ángel Jiménez (ESPAÑA)
282 (72+71+72+67)
+.- Edouard Espana (Francia)
282 (68+69+76+69)
+.- Francesco Molinari (Italia)
282 (72+69+70+71)
+.- David Howell (Inglaterra)
282 (71+69+69+73)
7.- José Manuel Lara (ESPAÑA)
284 (70+76+72+66)
+.- Jorge Campillo (ESPAÑA)
284 (74+70+70+70)
9.- Eduardo de la Riva (ESPAÑA)
285 (66+77+74+68)