RFEGolf140 (septiembre - noviembre 2025)
rfeg olf 29 28 rfeg olf Historia Ryder Cup Y en esa ronda final cinco partidos se decidie- ron en contra de los intereses europeos en el mismo hoyo 18, haciendo comentar a Billy Casper, capitán americano, que “el nuevo equipo de Europa se ha mostrado mucho más fuerte que en anteriores ocasiones y la participación de Ballesteros y Garrido ha sido muy positiva”. Fue el primer paso para un cambio sustancial: una edición que contó con 3.000, 8.500 y 13.000 espectadores en cada una de las jor- nadas, constituyó el preludio de un récord de asistencia, con 271.191 espectadores, en la última convocatoria celebrada de esta conso- lidada Ryder Cup, en Roma 2023. Un encontronazo inesperado Sin embargo, entre medias, en 1981 hubo un encontronazo que pudo dar al traste definiti- vamente con la Ryder Cup que conocemos hoy. Severiano Ballesteros, ganador del Masters el año anterior (segundo “major” en dos años), dedicó la mayor parte de su temporada a com- petir en Estados Unidos y ni tan siquiera había pagado la inscripción para ser miembro del Cir- cuito Europeo, donde apenas estaba jugando. Por ello, cuando llegó el momento de formar el equipo, no le tuvieron en cuenta a pesar de ser el mejor jugador con el que podían con- tar. Tras varias conversaciones y discusiones, Ballesteros pagó la cuota ante la promesa de que si lo hacía estaría en el equipo, pero aún así, John Jacobs, prescindió finalmente de Severiano, que tuvo que seguir por la prensa la “goleada” americana por 18,5 contra 9,5 en campo inglés. El célebre golfista español, que se sintió enga- ñado, decidió que no volvería a jugar la Ryder nunca más, aunque lo hizo en la edición si- guiente, en 1983, por una súplica personal del entonces capitán, Tony Jacklin, y el equipo lo notó acabando con una derrota mínima (14,5 contra 13,5) que presagiaba un cambio en la tendencia. Paul Way, compañero de Se- veriano Ballesteros en los dobles (2,5 puntos en cuatro partidos), no dudó en calificar la ex- periencia como haber “jugado con Dios” y Jack Nicklaus, capitán americano, se adelantaba a la historia asegurando que “en 1985 ya no seremos favoritos, porque Europa tiene el mejor equipo que ha tenido nunca”. Europa comienza a ganar Luego llegó el delirio en The Belfry, en 1985, cuando se consumó la primera victoria euro- pea, con Severiano Ballesteros, Manuel Piñero, José María Cañizares y José Rivero en el equipo ganador. Ballesteros impulsó a todo el equipo con su carisma, su juego, su espíritu de lucha, su instinto ganador y sus dotes de líder y de capitán en la sombra, valores que se han man- tenido en el tiempo logrando aunar al combi- nado europeo con un mismo espíritu. Desde que debutaran los continentales en 1979, hasta la última edición (Roma, 2023), se han disputado veintidos ediciones, con un resultado de 12 victorias europeas, 9 america- nas y un empate. ¡Qué lejos quedan aquellos 19 éxitos norteamericanos en 23 ediciones, desde la inauguración del torneo hasta 1977! Tan lejos como la última vez que el capitán del equipo jugaba también los partidos. Esa fór- mula de capitán-jugador la utilizó por última vez Arnold Palmer en 1963, aunque es posible que en la edición de este año (Bethpage Black Course, Farmingdale, Nueva York) la vuelva a utilizar el capitán norteamericano, Keegan Bradley. Bradley está sopesando si su nivel de juego es más beneficioso para el equipo que estar pendiente de planificar estrategias o estimular la moral de todos sus jugadores. En la actualidad, la Ryder Cup es quizá la com- petición más esperada por la afición mundial, no sólo de golf, convirtiendo la prueba en un espectáculo de golf con una multitud de fútbol. Tres factores le confieren este carácter tan sin- gular: la calidad de sus protagonistas; una fór- mula de juego que añade espectacularidad y competitividad; y el tercero, por ahora, que ninguno de los participantes cobra por su esfuerzo, aunque este último factor se man- tiene a duras penas porque en el bando ame- ricano van sonando voces con el punto de mira en el tema económico. Tiger Woods decía en 1999 que “con todo el dinero que se está ganando, creo que deberíamos opinar sobre adónde va. Yo lo donaría a caridad, pero cada cual debe decidir el destino del dinero”. En la edición de 2023, en Roma, se habló de una actividad económica de más de 250 mil- lones de euros, cifra que se quedará muy corta con las previstas para la prueba de este año en Bethpage. 3 En The Belfry, en 1985, llegó el delirio cuando se consumó la primera victoria europea, con Severiano Ballesteros, Manuel Piñero, José María Cañizares y José Rivero en el equipo ganador
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