RFEGolf136 (septiembre - noviembre 2024)

El drive me mata “Estoy trabajando, pero el drive me mata, es un gran hándicap, sobre todo a estos niveles. Es el Legends Tour, somos seniors, pero la gente le pega muy bien a la bola. Si no estás suficientemente fino con tu juego, sabes que las opciones de competir para estar ahí arriba se limitan. Yo estoy aquí obviamente para pa- sármelo bien, ya estamos en una edad donde tampoco es cuestión de romperte la cabeza, pero el objetivo es ser competitivo y darte la oportunidad de ganar”. Los buenos tiempos y una nueva etapa “No echo de menos los buenos tiempos, en- tiendo que es parte del proceso, es otra etapa, no podemos pretender pegarle a la bola como cuando estaba en mi mejor mo- mento. He pasado por problemas importan- tes, tengo una serie de limitaciones, pierdes flexibilidad a pesar de que procuras estar en forma, pero es parte de la vida. Todos vamos ganando años, perdiendo facultades y eso lo acepto con naturalidad. Aunque también ves a jugadores con los que has competido que siguen jugando bien, que están en lo más alto. Y ese es el puntito en el que queremos estar”. Ayudar a los más jóvenes “Intento ayudar a un grupo de chavales en San Sebastián, juego torneos benéficos allá donde puedo, tengo mi Pro Am benéfico. Además, me encanta pasear por el monte y en la época de invierno disfruto muchísimo yendo a cazar con mi padre. Es un lujo poder compartir estos momentos con la gente que quieres, que por mi profesión he tenido que estar alejado de ellos, y cuando vas cum- pliendo años te vas dando cuenta de que esos momentos con tus padres son de calidad. Los aprecio muchísimo”. Sobre los nuevos golfistas “Vienen jóvenes muy potentes. Por ejemplo, José Luis Ballester. No quiero poner presión absolutamente a nadie, pero afortunadamente tenemos en España unos cuantos chavales que apuntan muy bien, chicas también. Nunca he sido partidario de poner grandes expectativas, que este deporte es muy complicado. Hay un montón de factores que pueden cambiar el devenir de las cosas, pero sobre el papel tene- mos un grupo de chicos y chicas que apuntan muy bien”. Los que llegan arriba, con los dedos de una mano “A mi sobrino Josega se lo he dicho muchas veces. Al final del día cuentas con los dedos de una mano los que llegan arriba. El camino es increíble. Llegar es dificilísimo, y mantenerte, más todavía. Siempre le dije que primero tenía que terminar sus estudios y luego que hiciese lo que quisiese. Ha terminado en Estados Uni- dos y como tiene mucha ilusión y muchas ga- nas, se ha hecho profesional. Ha dicho que quiere probarlo, por lo menos intentarlo y no arrepentirse de no haberlo hecho”. Una profesión de muy alto nivel “No cabe duda de que la atmósfera, el am- biente, es diferente. El golf ha mejorado mucho y se ha convertido en una profesión de muy alto nivel. La gente está mucho más centrada en lo que tiene que hacer para poder llegar a lo más alto, mientras que en nuestra época era diferente. Era casi una aventura, nos pasábamos a profesional igual porque no había otra opción, y la infraestructura que había alrededor no es la de ahora. Había que compartir habitaciones, vuelos, taxis, viajar con bolas de prácticas tuyas propias porque no había bolas para practicar, un sinfín de cosas que han cambiado”. Ayuda a todos los niveles “Ahora todas las marcas patrocinan a jugado- res. Aunque sean amateur y no puedan recibir aporte económico, te ayudan con material, que antes era impensable. Además tienen die- tistas, psicólogos, preparadores físicos, estudios biomecánicos donde sabes exactamente qué músculos forman parte en cada momento del movimiento, qué partes de tu cuerpo tienes que trabajar para mejorar. Y para hacer todo eso necesitas muchísimo tiempo que antes no utilizábamos porque no éramos conscientes de todo ello”. Una vida muy diferente “Socializábamos con los demás, llevábamos cartas, jugábamos al tute o al mus porque no teníamos la visión de que teníamos que estar en el gimnasio y hacer todo lo que hacen ahora. Ahora no verás a jugadores en una par- tida de cartas después de entrenar. Los mejores momentos del golf “Tengo clarísimo que he vivido los mejores momentos del golf. Económicamente no, porque ahora estamos hablando de unas su- mas de dinero astronómicas, pero quitando eso, he sido afortunado de conocer a los ju- gadores que he conocido, de compartir expe- riencias y vivencias con todos ellos, de salir a jugar juntos, viajar juntos… Tengo un montón de anécdotas y de historias que hoy en día son impensables. A quién se le ocurre hoy en día, si has ganado un torneo, decir, “la semana que viene nos juntamos todos los que estemos en el torneo y nos vamos a ce- nar todos juntos para celebrarlo”, y en esas cenas te reías de uno, del otro, de ti mismo, compartías vivencias”. Autodidactas en acción “No teníamos profesores, nos teníamos que apañarnos nosotros solos. Cuando te salías de juego le preguntabas al que tuvieses al lado, “estoy perdido y no sé por dónde me da el aire, ¿me puedes mirar unas bolas a ver si ves algo?” Y esa misma semana estabas diciendo eso el martes y el jueves competías contra ellos. Todo eso hace que haya vivido una época estupenda, he disfrutado muchísimo y lo volvería a repetir si tuviese la ocasión sin lugar a dudas. Con los mismos compañeros de viaje, no cambiaría nada en ese sentido, que sigue y que siga”. 3 rfeg olf 77 76 rfeg olf Entrevista José María Olazábal No echo de menos los buenos tiempos, entiendo que es parte del proceso, es otra etapa, no podemos pretender pegarle a la bola como cuando estaba en mi mejor momento” “

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