RFEGolf135 (junio - agosto 2024)

En los años 50 del siglo pasado se disputaba en Chicago un torneo denominado TamO´Shanter, que la organización distinguía como Campeonato del Mundo de golf. George S. Mays se puso en contacto con la Federación Española de Golf, como hacía con otras diferentes federaciones con menor volumen de practicantes, para que enviara a uno de nuestros jugadores como re- presentación, siendo designado para participar en el evento Ángel Miguel, vigente campeón de España de Profesionales. La prueba, efectivamente, contó con jugadores del calibre de Roberto de Vicenzo, Peter Thom- son, Max Faulkner y varios de los primeros es- padas norteamericanos, como Sam Snead, Lloyd Mangrum, Cary Middlecoff y el ganador, Bob Toski, que firmó 274 golpes. A su regreso, el jugador español destacó su terrible cansancio por una aventura que duró quince días “en un ambiente de competición entre 400 maestros de todo el mundo, en el que era complicado simplemente hasta dar una vuelta de prácticas por el campo para co- nocerlo”. Además, claro, Ángel tuvo que lidiar con la dificultosa barrera del idioma, que no propiciaba un buen estado de ánimo para ofrecer el mejor juego. A pesar de todo, nuestro representante hizo seis golpes menos que el año anterior y, de no ser por el “desastroso 80 del segundo día, podía haber acabado en mitad de la tabla junto a nombres como Jim Turnesa o Jimmy Demaret”, porque en las otras vueltas firmó 71, 74 y 69 golpes. “El segundo día iba jugando de forma regular, manteniéndome al par terminado el hoyo 10. En el 11, un par 3 de 150 yardas, dudé a la hora de elegir el palo y, finalmente, me decidí por un hierro 6. Jugué y la bola me salió larga, pasándome de green y yendo a golpear di- rectamente en la cara de una espectadora. La mujer, sangrando, se desmayó por el impacto y yo ya no pude concentrarme en el juego. Los nervios me dominaron y mi juego no volvió a tener precisión en el resto de la jornada, perdiendo ocho golpes en los siete hoyos finales. La imagen de la señora ensan- grentada venía a mi memoria y pasé uno de los momentos más desagradables de mi corta carrera deportiva”. En el apartado económico no le fue muy bien la aventura, ya que se quedó fuera de quienes recibieron compensación económica (el ga- nador, 50.000 dólares; los últimos premiados, 40 dólares), aunque al ir invitado, con todos los gastos pagados, Ángel Miguel salió satisfecho de la experiencia “porque estoy muy contento de haber podido participar en esta competición, porque es la única manera de aprender y llegar a mejorar la categoría de mi juego”. 74 rfeg olf rfeg olf 75 Ángel, Chema y Elvira, tres nombres para el recuerdo Historias de la historia del golf esapañol L a historia del golf español está plagada de historias, relatos interesantes que permiten conocer el pasado para comprender mejor el presente, saber de dónde venimos y diseñar mejor el futuro. A través de estas pági- nas van a florecer, es de justicia, un buen número de golfistas que han adquirido, en base de sus méritos deportivos, la condición de personajes del golf español, personajes auténticos que han escrito su historia y la historia del golf español. No habrá un orden cronológico, sino las ganas de mostrar a las actuales generacio- nes cómo, allí y acá, el golf siempre tuvo motivos para sentirse orgulloso. 1.- Ángel Miguel, un pionero en un torneo pionero Por Jesús Ruiz

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