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a que se trata de agua ya depurada”.
El gerente de Bonalba también aludió a la
“paradoja” de la existencia de depuradoras que
“vierten agua al mar” porque no se encuentra
ninguna utilidad para ella cuando, en su opi-
nión, se podría emplear para usos similares a los
que hacen los campos de golf, como el riego
de parques y jardines. Una cuestión a la que
también se refirió Andrés Torrubia, quien señaló
que “si se pusieran de acuerdo los políticos, ese
agua se podría reaprovechar”.
El presidente de la Federación Autonómica
agregó, asimismo, que el golf es un sector
“demonizado” por haberse asociado, de
manera injustificada, al despilfarro hídrico y a la
especulación urbanística, cuando “es el mejor
compañero del turismo” y, además, “hay
potencial para seguir creciendo”. Torrubia
defendió que “hace falta que los políticos se
den cuenta de que el golf es una riqueza”, así
como “que vean que vamos juntos con los
agricultores”, en tanto que ninguna de las dos
actividades es un perjuicio para la otra.
En este mismo sentido, Ramón Espinosa esti-
mó que la principal cuestión a abordar es “la
gobernanza” a través de una gestión eficien-
te de los recursos hídricos. Criticó que “la
clase política nos ha metido en el debate par-
tidista, y esto nos ha hecho daño”. Apuntó
también que “la agricultura es un modelo de
sostenibilidad; por eso necesitamos agua, ya
que sin ella se pone en riesgo la economía”.
Y también estimó que “el golf es una activi-
dad agraria”, en tanto que implica el creci-
miento y mantenimiento de las especies
vegetales que hay en los campos.
Sobre este aspecto también habló Juan
Manuel Verdú, quien recordó que “regamos
según coeficiente de necesidad: lo que requie-
re la planta y nada más”. Asimismo, abundó en
el aspecto ambiental de los campos de golf, al
recordar que “evitamos muchas emisiones de
dióxido de carbono a la atmósfera”, y eso “uti-
lizando el agua que nadie quiere previamen-
te”. Un argumento más para reforzar la idea
de que el golf y la agricultura no son activida-
des contrapuestas, sino que pueden convivir
de forma armónica.
ble del área de Turismo, Eduardo Dolón, dada la
repercusión directa que el golf ejerce sobre la
principal actividad que mueve la economía pro-
vincial. Eladio Aniorte abrió la sesión recordan-
do que el agua “es siempre un tema de actua-
lidad” en la provincia de Alicante, dado que
“tenemos un déficit hídrico si no se hacen traí-
das de agua de otros sitios”, y en particular “de
los ríos”. En su opinión, no obstante, se trata de
“un tema político” que “sólo se solucionará
cuando los políticos se sienten”, y esto, remar-
có, “no es fácil”, aunque apostilló que única-
mente son los intereses particulares los que
hacen que esto sea así.
Respecto al uso del agua por parte de los
campos de golf, Aniorte señaló que en Asaja
“no estamos a favor de que usen agua agríco-
la, pero creemos que los campos administran
bien sus recursos porque utilizan agua depu-
rada”, al menos en la provincia de Alicante,
con lo cual no chocan con el desarrollo nor-
mal de las actividades agrarias.
Para Aniorte, el golf es “una actividad agraria de
ocio” y además “es rentable”, por lo que “tene-
mos que aprovecharla” desde el punto de vista
económico y además hacer “que no perjudique
sino que sea complementaria”. Por ello, incidió
en que el golf “no debe usar agua agrícola”
dada su escasez. Un problema que, por otra
parte, insistió en que “se hubiera arreglado con
el trasvase del Ebro” y ante el que “no quedará
más remedio que buscar un acuerdo”, porque
“es una necesidad vital para todos”.
Eduardo Dolón recogió el guante en este
punto y señaló que “hay políticos que lleva-
mos tiempo diciendo que se podía haber
buscado un acuerdo y que se desmoronó por
buscar otras vías”. No obstante, consideró
que “ahora estamos más cerca que nunca de
alcanzar un pacto sobre el agua”. Al mismo
tiempo, criticó que “hay políticos que han
acusado a los campos de golf de despilfarra-
dores, cuando no es así, sino que son un
ejemplo de aprovechamiento”. En este senti-
do, recordó el informe sobre el impacto eco-
nómico del sector elaborado por la Cámara
de Comercio, y que “el agua hace falta para
el regadío, pero también para el turismo”.
Al hilo de lo expuesto por Dolón, Francisco
Gilabert hizo hincapié en que “actualmente,
por normativa, es obligatorio regar con agua
residual” el césped de los campos de golf. Al
de Font del Llop, en concreto, ubicado en
Monforte del Cid, “nos llega el agua del tercia-
rio”, es decir, procedente de depuradora, “y
además luego hay que garantizar que se des-
infecta” antes de ser utilizada. Con ello, recalcó
que no interfiere en los usos agrarios. Es más,
añadió que en la Comunidad Valenciana el
agua de los campos de golf “está catalogada
como de uso recreativo”, por lo que el campo
“tiene preferencia” sobre ellos.
Desperdicio
de recursos hídricos
En la misma cuestión del uso de aguas depura-
das entró Luis Méndez, al reiterar que “sólo
podemos utilizar agua reciclada”. El campo de
Bonalba, en Mutxamel, recibe caudales a través
del Sindicato de Riegos de la Huerta de Alicante,
pero “cuando hay un trasvase no podemos uti-
lizar la canalización”, por la preferencia que la
ley establece para los usos agrarios.
Méndez hizo hincapié en que “los campos
somos los primeros que gastamos un metro
cúbico menos si podemos. Pero, además,
pagamos un impuesto de vertidos, porque la
ley dice que vertimos agua al subsuelo, pese
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Consumo
de agua
Turismo atraído por el sector
y que supone un revulsivo
El presidente de la Federación de Golf de la Comunidad
Valenciana fue uno de los asistentes a la mesa redonda que
más énfasis puso en el impacto económico del golf desde el
punto de vista turístico. Andrés Torrubia hizo mención a los
“120 destinos directos” del aeropuerto de El Altet, y a cómo
el golf puede –y debe– ser el elemento “que complemente la
playa y el sol”. También destacó que esto tiene impacto eco-
nómico sobre el conjunto de la economía, ya que los poten-
ciales usuarios del golf son “consumidores de todo tipo de
productos”, y además existe “una gran demanda». Por ello,
consideró que no se deben desaprovechar las oportunidades
que presenta este sector, alejándolo además de prejuicios y
estereotipos. “Hace falta que los políticos se den cuenta de
que el golf es riqueza”, insistió. En ese sentido, Eduardo
Dolón asumió que “hay que poner en valor las instalaciones
de golf” y mostró su disposición a seguir tendiendo la mano
al sector. También recalcó que la demanda de agua responde
en parte a las necesidades del turismo, un aspecto en el que
coincidió con Eladio Aniorte, quien apeló además a que la
Unión Europea “proteja de verdad a los socios europeos” en
aquellas materias en las que sean líderes. Y, sobre este
aspecto, recalcó que no sólo se debe tener en cuenta el turis-
mo, sino también la agricultura, dado que España “por algo
es la despensa de Europa”.
Eduardo Dolón, vicepresidente de la Diputación de Alicante:
“hay políticos que han acusado a los campos de golf de despilfarradores,
cuando no es así, sino que son un ejemplo de aprovechamiento”
Andrés Torrubia. Presidente de la Federación de Golf de la Comunidad
Valenciana: “Hace falta que los políticos se den cuenta de que el golf es
una riqueza y que deje de estar demonizado”