RFEGolf130 (marzo - mayo 2023)

Una final de perfil netamente europeo Era una final europea, para recordar el cambio experimentado en el Masters: desde que ganara Severiano Ballesteros en 1980, siete jugadores europeos habían vestido la chaqueta verde. Jon Rahm, entretanto, continuaba firmando un debut notable, sumando una tercera jornada de 73 golpes (bogey en el 16 y 17) para acumular el par del torneo, a seis golpes del mejor resultado. José María Olazábal, transmi- tiendo el legado de Seve, tuvo el mismo gesto con Sergio García antes de afrontar la final y le dejó una nota en la que le pedía que creyese en sí mismo y no permitiera que otras cosas influyeran, como había ocurrido en el pasado. «Significó mucho para mí y pensé que podría ayudar a Sergio en esa ronda final”, señaló Olazábal, bicampeón del Masters. Después de tanta frustración de Sergio en Augusta, verlo en esta situación producía satis- facción, claro, pero también cierta desconfianza. No obstante, la ilusión tomó carta de naturaleza cuando Sergio inició la vuelta con birdie en el 1 y en el 3, que le colocaron con ventaja, aumentada a tres golpes merced al bogey de Rose en el 5. 80 rfeg olf Unos antecedentes que generaban inquietud Estos antecedentes no eran el mejor escenario para esperar algo destacado de Sergio García, a pesar de que su calidad nadie puede discutirla y que se refleja de forma contundente en el Ranking Mundial. Con este panorama dio comienzo un Masters que contó con una emotiva ceremonia de despedida-homenaje a Arnold Palmer, fallecido en septiembre de 2016 a los 87 años, y donde se anunciaba la ausencia por lesión del número 1 mundial, Dustin Johnson. La primera jornada ofreció buenas noticias para el golf español, con un inicio muy pro- metedor de Sergio García (71) en un día com- plicado, un lucido debut en Augusta de Jon Rahm (73) y la meritoria pelea de Rafael Ca- brera-Bello (75) y José María Olazábal (77) para asegurarse jugar las cuatro vueltas. El castellonense era cuarto con magníficas sen- saciones (un birdie, sin errores), detalle más importante que la distancia que le separaba del líder, Charley Hoffman, quien con su 65 tomaba el primer bastón de mando. A mitad de torneo crecieron las expectativas españolas a través de Sergio, que con un sen- sacional inicio (tres birdies) y casi idéntico final (dos birdies en cuatro hoyos), ascendió a com- partir el primer puesto. Esta vez firmó 69 golpes en la jornada y dio caza a Charley Hoffman, que mantuvo el liderato con un 75, pero igualado con el español, Rickie Fowler y Thomas Pieters. A estas alturas, Jon Rahm (70) no sólo se había asegurado jugar los cuatro días, sino que podía aspirar a dar guerra desde su -1, mientras Olazábal quedaba apartado del torneo con una vuelta de 76 y el canario Rafael Ca- brera-Bello seguía el mismo camino con un golpe menos en el total, acompañando en este amargo viaje a otros destacados jugadores como Zach Johnson o Henrik Stenson, además del defensor del título, Danny Willett. La tercera jornada sacudió la clasificación, como suele suceder, pero Sergio García siguió aferrado al mástil del liderato, en ese momento compartido con Justin Rose, segundo dos años antes. El castellonense volvió a jugar bajo par y el -6 que firmaba después de 54 hoyos úni- camente lo igualaba su amigo Rose. En el día que Severiano Ballesteros hubiese cumplido 60 años, Sergio García se vistió de verde en Augusta, 18 años después de la última victoria de José María Olazábal Historia de los majors españoles (VII) rfeg olf 81

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