RFEGolf127 (junio - agosto 2022)
es brutal. Le decía ‘mañana empiezo la competición y yo tengo la cabeza en Madrid’, porque llegué a Bangkok y en las entrevistas que me fueron haciendo todo el mundo me preguntaba por el triunfo de la semana anterior. Así que hablé con Óscar y me dijo que era normal, pero que a partir de mañana, ‘full competición’ y a vivir el presente. Las sensaciones de Madrid se tienen que quedar en Madrid y hay que buscar nuevas sensaciones. Terminaste tu andadura amateur con una brillante trayectoria en South Carolina, te pasaste a pro y… te quedaste con el mal sabor de boca de no obtener la tarjeta del LET. No, al principio bajón total, porque aunque sabía que tengo muchos años por delante, lo que yo quiero es jugar el LET y el LPGA, y claro, primer año de pro y te das cuenta que estas fuera de esos circuitos… Pero bueno, tal cual llegó el bajón, llegó el subidón. Pensé ‘¿qué tengo?, ¿qué puedo hacer?, ¿desde aquí cómo puedo llegar a donde quiero llegar?’ Y a partir de ahí, nuevos objetivos y mucho, mucho, mucho trabajo, tanto mental como técnico y físico. Mucha paciencia y disfrutar de lo poco, entre comillas, que tenía. Cuéntanos un poco tu relación con Sergio de Céspedes, tu entrenador de toda la vida, ¿cómo evoluciona la relación desde que eras una niña que empieza de cero hasta ahora que eres profesional? No cambia, nos hacemos más mayores los dos y se nota, aunque él ya era un adulto cuando empezó a trabajar conmigo. Sigo siendo la misma jugadora, sólo que voy adquiriendo más capacidades. Sí cambia la forma de trabajar, porque no es lo mismo entrenar de pequeña, cuando estás cogiendo hábitos y experiencia, que hacerlo cuando ya llevas tiempo en este deporte. Sergio me escucha mucho: cómo me siento, la perspectiva que tengo de las cosas,... Él es el centro del trabajo que hacemos, se encarga de conectar el área física, técnica y mental. Estando con él es cuando mejor entreno y mejor me lo paso, y eso no ha cambiado nunca. ¿Y ahora, qué?, ¿eres de ponerte metas?, ¿del día a día? Mis objetivos los tengo clarísimos. Tengo un objetivo final, otro intermedio y algunos otros a corto plazo. ¿Los podemos conocer? El final es ser número uno del mundo. A corto plazo trabajo para jugar en Estados Unidos. No está mal… Hay que ser ambiciosos, ¿no? ¿Y de forma inmediata, qué metas te pones? Trabajo para ganar otro torneo del LET, que es el circuito en el que estoy centrada después de reorganizar el calendario. Pretendo estar a final de año en el Top 10 y quiero jugar el Evian. ¿Cómo ves a la Armada este año, que tenemos a tantas jugadoras en cada torneo? Si tenemos tantas jugadoras que hemos ganado siendo amateurs, ¿por qué no lo vamos a hacer como pros? Hay muchas golfistas españolas que llevan en el Tour mucho tiempo, y las admiro mucho, porque es muy complicado. ¿Crees que a tu juego le faltan muchas cosas para poder competir bien en Estados Unidos? Si me llegas a preguntar en noviembre te diría que sí, pero ahora mismo no, porque he tenido una evolución muy, muy grande. Hay que mejorar cosas, claro, como cualquier golfista, pero no creo que deba dar un cambio drástico para estar ahí. Mi golf ha mejorado mucho en estos últimos meses. Creo que tengo nivel. ¿Dónde está ese margen de mejora? Meter más putts, ahí es donde hay que mejorar. El que no meta putts, mal va. Siempre se puede mejorar ahí. Dentro de menos de un año y medio aparece en el horizonte una Solheim Cup histórica en tu casa. ¿No dirás que no has soñado alguna vez con ella? Sí, claro, todos los días sueño con ello. Desde que en 2015 jugué una Junior Solheim Cup, siempre pienso que yo quiero estar ahí como profesional. Es un objetivo que tengo muy en mente. Y sueño con jugar con Carlota Ciganda como pareja, eso sería un sueño de verdad. ¿En tu sueño ganamos? (Risas) Sí, claro. 3 80 rfeg olf rfeg olf 81 Entrevista Ana Peláez ”Mi equipo y yo teníamos cristalino que esto iba a pasar, que iba a ganar un torneo profesional, pero no sabía que iba a ser tan pronto”
RkJQdWJsaXNoZXIy MTk3Ng==