RFEGolf126 (marzo - mayo 2022)
El presente curso lo ataca con buenas sen- saciones, en parte por el exhaustivo trabajo realizado en las semanas de pretemporada. “He ganado un poco de distancia, que me ha ayudado mucho. En lo físico he trabajado más duro de lo que lo había hecho hasta ahora, y eso me ayuda a ganar distancia y algo más de control. A nivel técnico hemos trabajado algunas pequeñas cosas con Marcelo (Prieto, técnico de los Equipos Nacionales), como control de distancias, que es algo que finalmente te lleva a hacer más birdies”, argumenta. Alabama sigue siendo su segunda casa En estos dos años hay algo que no ha cambiado: Fátima sigue teniendo su base de ‘operaciones americanas’ en Birmingham (Alabama), muy cerca de donde estudió la carrera. “Me parece lo más sencillo para afrontar el año en el LPGA. Tener allí la base es muy cómodo, porque está muy céntrico y bien comunicado para viajar a cualquier parte de Estados Unidos”, cuenta para los no familiarizados con la geografía norteamericana. Otra de las ventajas de jugar el primer circuito americano es que cuenta con un mayor margen para diseñar un calendario que le permita dejarse algunas semanas libres para poder, por fin, viajar a España alguna vez durante el año. En los dos últimos años se obligó a jugar el calendario completo del Symetra, renunciando a hacer algo tan necesario como volver a casa, ver a los tuyos y recargar las pilas. Porque en Birmingham echa de menos a su gente, pero no mucho más. “Al haber estudiado aquí lo tengo más fácil que otras jugadoras porque conozco esto y la gente me trata muy bien. Cuando conseguí la tarjeta me hicieron un reconocimiento muy chulo en mi universidad: tuve que ir en un desfile y salir al centro del campo en un partido importante de fútbol americano. Estoy muy agradecida porque se les ve que están orgullosos de mí y de cómo represento a la universidad”, explica entre emocionada y sonrojada. Un reconocimiento, por otra parte, más que merecido por todo lo que ha puesto sobre la mesa para alcanzar su sueño. “Me acordé de esos días entrenando en Galicia con el frío, de trabajar en el Centro de Excelencia con los equipos, de irme a Estados Unidos para poder seguir entrenando y formándome,... incluso de trabajar después de acabar la carrera para poder pagarme los gastos y quedarme allí. Me acuerdo de toda la gente que me ha llevado hasta aquí, que no ha sido poca”, dice. “Trabajaba tanto de caddie como en la tienda. Recuerdo que en mi primer mes atendía en la tienda de ocho a dos y luego me iba a entrenar, y así fui preparando la Escuela. Ese campo en el que trabajaba es el mismo en el que ahora entreno, y siempre me han tratado muy bien, vieron mi esfuerzo y lo han valorado un montón. Terminé la carrera en mayo, y desde entonces hasta febrero estuve allí trabajando. Me dieron permiso para jugar la Escuela y en febrero ya tenía mi visa para poder jugar, así que me dejaron entrenar allí”, relata. Habrá quien diga que esta historia de sacrificios y sueños tiene un final feliz, lógico, ya que su protagonista está ahora en el sitio en el que quería estar. Pero no, para nada. Esto no es el final. Fátima Fernández tiene por delante muchas metas que perseguir y por las que luchar. Lo que no está en duda es que mientras mantenga ese carácter risueño e indomable, será una historia feliz. 3 80 rfeg olf rfeg olf 81 La golfista gallega estuvo compaginando la preparación de la Escuela de Clasificación en Estados Unidos con el trabajo en un club y como caddie, todo por un sueño que ya es una realidad Entrevista Fátima Fernández Solheim y JJOO, soñando grande La celebración de la Solheim Cup 2023 en suelo español ha activado el piloto de alerta de las golfistas españolas con opciones de estar en Finca Cortesín. ¿Difícil? Claro, pero es que las grandes metas han de ser complicadas de alcanzar. “Jugar la Solheim siempre ha sido un sueño, me encanta jugar por equipos y sólo la idea de poder estar allí es una motivación enorme”, reconoce. Tampoco pierde de vista los Juegos Olímpicos de París 2024. “Para mí representar a España o a Europa es un orgullo que llevo conmigo después de haberlo podido hacer de amateur en torneos como los Campeonatos de Europa. Me encanta”, añade. En cualquier caso, la gallega prefiere “no pensar demasiado en el futuro ”, pero advierte que “al final, cuando trabajamos es siempre con la ambición de llegar lo más alto posible”.
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