RFEGolf125 (diciembre 2021 - febrero 2022)

J on Rahm se convirtió en el primer jugador español que ganaba el Open USA aca- bando su última vuelta con dos birdies. Con este triunfo, entraba en las páginas más extraordinarias de nuestro golf junto a sus pre- decesores en este histórico recuento de gana- dores de “majors”: Severiano Ballesteros, José María Olazábal, Sergio García, Miguel Angel Ji- ménez y Marta Figueras-Dotti, si actualizan algún día el concepto de “major” para el Open Británico femenino. Su brillante triunfo nos invita a recordar todas estas victorias. 1.- Ballesteros, primer “major” español Severiano Ballesteros había irrumpido con fuerza en el panorama internacional con su extraordinario segundo puesto en el Open Británico de 1976. Comenzó su carrera de éxitos y ya con 15 victorias en todo el mundo, tres años después, coronaba su ambición consiguiendo el primer triunfo en un “grande”, el Open Británico dis- putado en Royal Lytham & St. Annes. Se convirtió en el primer jugador continental que ganaba el British desde que lo consiguiera Arnaud Massy en 1907 y, con 22 años, era el más joven ganador del siglo en un torneo que acabaría guardándose en la memoria como “el campeón del aparcamiento”. El español llegó con la vitola de favorito y terminó haciendo realidad el pronóstico a pesar de un comienzo en el que pareció perder pie respecto a sus principales rivales, con una tarjeta de 73 golpes que le situaban a ocho de distancia del mejor resultado, un 65 de Bill Longmuir que igualaba el récord del campo. Sin embargo, no sería en balde la conversación que Severiano tuvo con el argentino Roberto de 58 rfeg olf Historia de los majors españoles (II) rfeg olf 59 Turno de Severiano Ballesteros y Marta Figueras-Dotti Vicenzo, ganador del Open Británico de 1967, antes de la iniciarse la competición. De Vicenzo convenció al español para que se mantuviera firme en su estilo de juego, agresivo, haciendo uso de su driver poderoso con lo que, básicamente, se aseguraba estar más cerca del green alejándose de los problemas intermedios. “No pienses en bunkers, ni peligros; juega con el corazón”, le dijo. La teoría del argentino tenía mucho sentido para el cántabro, cuyo juego aparentemente desordenado obedecía a una estrategia perfectamente planificada. La segunda vuelta, con un sensacional 65, in- cluidos cuatro birdies en los cinco últimos hoyos, le permitió acercarse a los primeros de la tabla, que pudieron sentir claramente la presión de tener cerca al joven español, ahora segundo, a dos golpes de Hale Irwin. Seve, subcampeón adolescente en Royal Birkdale en 1976, ya había demostrado su categoría, su capacidad de recuperación, su habilidad y su audacia. Si fallaba desde el tee era más capaz que nadie para resolver la situación. El tercer día, con frío, viento y a veces lluvia, padecieron los dos primeros, Irwin y Seve, que acabaron con sendos 75 y vieron cómo los rivales les recortaban distancia. El español tuvo un inicio de alerta roja: doble bogey en el 2 y bogey en el 3, aunque restableció algo la situación acabando el 9 con solo un golpe sobre par. Sin embargo, en el duro final de pares 4 del campo, hizo bogey en el 14, 15 y 17 y salvó otro en el 18, complicando un poco la última vuelta, en la que volvería a tener como compañero de juego al norteamericano Irwin, que se llevó un duro revés en el 17 con el doble bogey que firmó. Al iniciarse la final, Seve estaba dos golpes detrás de Hale Irwin, pero el estadounidense Severiano Ballesteros se convirtió en el primer jugador continental que ganaba el British Open desde que lo consiguiera Arnaud Massy en 1907 El triunfo de Seve en 1979 se guardó en la memoria como “el campeón del aparcamiento”, destino de su salida del hoyo 16, un problema imposible de solucionar para la mayoría pero del que Severiano salió airoso

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