RFEGolf124 (septiembre - noviembre 2021)

rfeg olf 81 C oinciden todas las golfistas que han competido en la Solheim Cup que este torneo bienal que enfrenta a los equipos femeninos de Estados Unidos y Europa imprime carácter y forja el espíritu, que no es comparable a ninguna otra experiencia vivida en el campo profesional, ni siquiera a los triunfos individuales más notables. La navarra Beatriz Recari llegaba a la edición de 2013 que se jugó en el Colorado Golf Club como la española más laureada en el LPGA Tour, una marca que aún conserva gracias a sus tres títulos, pero tuvo la ocasión de descubrir la grandeza de esta competición unos años antes, en 2005, cuando formó parte del equipo europeo que teloneó el torneo disputando la PING Junior Solheim Cup. Ya entonces, en 2005, Recari disfrutaba de una fulgurante carrera amateur con triunfos en los Campeonatos de España (2004) y Francia (2005), el subcampeonato en el British Girls (2003) o la victoria en el Campeonato de Europa por Equipos (2004). Aun así, el entorno de aquella Solheim Cup, que se jugó en 2005 en el Crooked Stick Golf Club, le abrió los ojos. “Como amateur, era consciente hasta cierto punto de la importancia de la Solheim Cup. No fui a Estados Unidos hasta que jugué el Doral Publix y en Miami el AT&T, pero hasta que no llegó la PING Junior Solheim Cup no me di cuenta de la repercusión que tenía. Viví la PJSC y luego la Solheim Cup y fue un shock. No me lo esperaba. Recuerdo que era en pleno auge de Annika y me salían estrellitas en los ojos al ver a tanta jugadora de calidad. Nome imaginaba la magnitud de este torneo”, rememora Recari. “Para mí eran extraterrestres, tanto las americanas como las europeas. Fui a la presentación, a todos los actos, íbamos por dentro de las cuerdas durante el torneo… Eran de otro mundo”. “Me iba a hacer profesional, iba a jugar la Escuela del LET unos meses después y tenía claro que me quería hacer profesional, pero aquella semana reforzó ese deseo y las ganas de perseguir las metas que me planteara, como llegar al LPGA y formar parte de aquel equipo algún día”. Además, en aquel equipo de la PING Junior Solheim Cup coincidió con una generación dorada de golfistas que defendieron poste- riormente el pabellón europeo en la versión sénior de la competición, como Carlota Ciganda, Azahara Muñoz, Caroline Masson, Anna Nordq- vist, Mel Reid, Florentyna Parker… Sin duda, el mejor de los presagios, pero antes de «subir de categoría» había que cubrir ciertas etapas. El inicio de la vida profesional de Beatriz Recari se vio lastrado por problemas físicos, pero la 80 rfeg olf Solheim Cup 2023 “Lo mejor de mi experiencia en la Solheim Cup es perder tu nombre y formar parte de algo más grande. Ya no eres Beatriz Recari… Los nombres individuales no importan. Eso es lo más bonito” Recari Beatriz y la belleza de “perder el nombre”

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