RFEGolf123 (junio - agosto 2021)
En 2020, entre enero y febrero, ganas en Andalucía y en Barcelona y acabas segundo en Portugal. De repente, cuando ya te estás planteando dar este salto, llegan la pandemia y el confinamiento. Bueno, es verdad, pero no me puedo quejar porque fue algo que le pasó un poco a todo el mundo. Y luego, a final del año, tuve la fortuna de poder jugar varios torneos profesionales. Ese periodo tan complicado lo aproveché para trabajar otras cosas. Está claro que son cuestiones que nunca vienen bien, pero en mi caso pude sacar algunas cosas bastante positivas. ¿Te queda la asignatura pendiente de haberte ido a EEUU? No, lo tuve en mente en su momento y estuve valorándolo y considerándolo, pero ya en su día tomé la decisión de no ir y no me arrepiento para nada. Tengo claro que tomé el camino correcto, y si soy sincero creo que si pudiese volver atrás, haría exactamente lo mismo. ¿En qué momento de tu carrera amateur supiste que te querías dedicar profe- sionalmente a esto y que además tenías nivel y talento? A ver, lo del talento es muy relativo. Fue a partir de los 14 o 15 años cuando me di cuenta de que me gustaba competir y, lo que es más importante, que me gustaba entrenar cada día. Esto es un paso importante porque tengo claro que sin trabajo es imposible llegar a nada. Al final, más que un momento, es la sensación de que esto te gusta y de que si sigues trabajando puedes llegar. Llega ese momento en el que dices a tus padres: ‘Oye, que sí, que al final me voy a hacer pro’. ¿Qué te dicen en casa? (Risas) Bueno, no lo dije exactamente así. Ellos ya veían que es algo que me gusta realmente, que es un deporte que me ha dado mucha disciplina y que puedo llegar, y como también lo he ido compaginando siempre con los estudios, pues no ha habido problema. Me han apoyado siempre y han estado orgullosos. Y ahora qué… ¿qué podemos esperar del Eduard Rousaud pro? A corto plazo no sabría qué decir, pero a largo plazo, no sabía concretar en cuantos años, yo espero ir asentándome en circuitos cada vez más importantes, saltando pantallas. ¿El límite? No sé dónde está, pero yo quiero creer que muy arriba. Lo iremos viendo poco a poco. Terminaste 2020 con un par de excelentes resultados en el Challenge. ¿Es ahí donde se refuerza tu idea de ser pro ya en esta primera mitad de 2021? Sí. No arranqué bien, pero poco a poco me fui sintiendo cada vez más cómodo. Vi que el nivel era muy alto, pero que ahí me sentía bien, mejor que en el Tour, donde no había estado del todo cómodo. En el US Open, obvio, estuve muy desubicado. Pero en Sancti Petri me noté mejor, y eso me dio un chute de autoestima importante. Jugué bien y los resultados acompañaron, y todo eso me sirvió para confirmar que si hacía las cosas bien podría estar en el Challenge divirtiéndome. Fue una señal de que era el momento. También jugaste la Gira del Desierto, menudo escaparate para un amateur... Fue una experiencia muy buena, porque aunque en el primer torneo no pasé corte, no me vi fuera de lugar. Me sentí más cerca de los jugadores del Tour y esa sensación fue muy importante para tomar conciencia de lo que iba a venir después. ¿Impacta ver de cerca a Dustin Johnson y compañía? Había por allí muchos jugadores Top y tampoco sentí mucha diferencia con otros. Llama la atención porque, claro, es el número uno del mundo y, además, es un tipo muy grande físicamente. Ya le vi en el US Open, cuando llegó él estando yo en el putting green. Ahí sí me impresionó un poco más. 3 80 rfeg olf rfeg olf 81 ”En las pruebas del Challenge que jugué como amateur me sentí bien, mejor que en el Tour, donde no había estado del todo cómodo. Fue un chute de autoestima importante y una señal de que era el momento” Entrevista Eduard Rousaud
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