RFEGolf123 (junio - agosto 2021)
rfeg olf 71 jugar. Además, el LET nos preparó un CD moti- vacional y en el mío había un montón de imá- genes de los años anteriores en el circuito y salía también José Mari dándome consejos”. Una vez allí, Tania Elósegui tuvo la oportunidad de descubrir la verdadera entidad de una com- petición como la Solheim Cup. “La semana fue inolvidable. Desde los días de entrenamiento, en los que me asombró la cantidad de público que había siguiéndonos y pidiéndonos autógrafos, algo que jamás había vivido, hasta el día que tocó jugar y el ambiente del tee del 1, que ya se notaba cuando estabas en el campo de prácticas y oías los gritos de U-S-A desde las gradas. Dicen que Chicago es uno de los sitios más bulliciosos en los torneos de golf y yo nunca había vivido nada así… Me centré en re- cordar las palabras de José Mari: «Tú disfruta», y lo conseguí. Lo tuve muy presente y disfruté muchísimo esa experiencia en el tee del 1”. La española se estrenó con victoria junto a Helen Alfredsson, que además había sido capitana europea en la edición anterior, contra Angela Stanford y Juli Inkster en los fourballs del primer día. Además, fue el único partido ganado por las europeas y un gran comienzo. Posteriormente, Tania Elósegui y Helen Alfredsson repitieron como pareja en la segunda jornada contra una pareja temible y que encendió al público, Christina Kim y Michelle Wie. “El segundo día no jugamos especialmente bien y Christina Kim aprovechó muy bien la baza del match-play. En este torneo el público cuenta mucho y se dedicaba a jalearlo en todomomento. No es que quisiera que aplaudieran tus errores, pero sí que quedara claro que ellas habían ganado el hoyo… El que el juego no acompañaba y no estábamos a gusto, y que el público estuviera tan encima fue duro. Aun así, para el individual, también contra Christina Kim, estaba preparada después de lo vivido. Sabía que el público iba a estar a tope con ella y que ella los iba a animar para que gritasen todo lo posible, pero lo llevé bien”, recapitula Tania Elósegui. “Lo curioso es que ella tiene muy buen corazón y era muy amable, y te decía incluso cosas como «vamos a disfrutar, que este es un escenario que no sabemos si vamos a volver a vivir». Por un lado era un hueso, pero por otro te aportaba cosas positivas durante el partido”. Aquella Solheim Cup en Chicago se decidió en la jornada de individuales, como en las dos ediciones anteriores. Después de tres “casis”, la magnífica labor hecha hasta ese momento sirvió para que, en 2011, llegara el anhelado punto de inflexión en la historia de esta com- petición y comenzara la racha de tres victorias en las cinco últimas copas para Europa. “Sabíamos que ellas históricamente son espe- cialmente fuertes en individuales por la manera en que está planteado el golf allí. En Europa ju- gamos más por equipos como amateurs y allí se fomenta la competición individual. Aun así, no anduvimos lejos de lograr la primera victoria europea en suelo estadounidense, algo que ya sucedió en 2013”, explica Tania Elósegui. 70 rfeg olf Tania Elósegui, cuarta española en liza en la Solheim Cup Se hizo esperar el estreno de la cuarta jugadora española en la Solheim Cup. Después de dos derrotas europeas en 2005 y 2007, en ediciones igualadas pero decantadas finalmente en la jornada de individuales, Europa llegaba a Rich Harvest Farms, Illinois, con un equipo veterano reforzado por jóvenes cualificadas aunque ya con experiencia, como Tania Elósegui (27 años entonces), Diana Luna (26) o Anna Nordqvist (22). Ante ellas, un conjunto estadounidense potentísimo pero renovado, con siete jugadoras por debajo de los 26 años (Wie, Pressel, Creamer, Lang, Lincicome, Kim y Gulbis) y solo Juli Inkster como abanderada de las más veteranas. El cómputo global: 7-3 para Estados Unidos en las diez ediciones celebradas hasta entonces. Como sucedió con Ana Belén Sánchez en 2003, Tania Elósegui tampoco tenía la Solheim Cup en el punto de mira, pero su brillante tra- yectoria en 2009, temporada en la que alcanzó el número dos de la Orden de Mérito del Ladies European Tour y obtuvo una victoria en el ABN AMRO Ladies Open de Holanda, le per- mitió acceder al equipo. “Cuando me pasé a profesional mi meta era ir mejorando poco a poco, subiendo en el ranking, pero sin el objetivo claro de jugar la Solheim Cup. Yo solo buscaba tener un buen año y jugar con regularidad, y quizá ese planteamiento me ayudara. Me di cuenta de lo que podía pasar cuando empecé a lograr resultados y me em- pezaron a preguntar. Percibes que hay un interés especial por el torneo y te empiezas a dar cuenta de lo grande que es la Solheim y la re- percusión que tiene”, recuerda la donostiarra. Una vez hecha a la idea, y sin olvidar el trabajo de la capitana de aquella edición, Allison Ni- cholas, Tania Elósegui contó con el mejor mentor posible para afrontar una prueba por equipos como la Solheim Cup. “Quien más me ayudó de cara a la Solheim Cup fue José Mari Olazábal, que me dio buenos consejos cuando hablé con él. Me ayudó mucho para afrontar el tee del uno y el primer día de competición, desde que estás en el campo de prácticas calentando hasta que empiezas a Solheim Cup 2023 Como sucedió con Ana Belén Sánchez en 2003, Tania Elósegui tampoco tenía la Solheim Cup en el punto de mira, pero su brillante trayectoria en 2009 le permitió acceder al equipo “
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