RFEGolf123 (junio - agosto 2021)

rfeg olf 69 Al día siguiente, la malagueña se las vio con Michele Redman en un cruce de individuales que la estadounidense resolvió a lo Faldo en el Open Británico de 1987 en Muirfield. “Sabía que Michele no pegaba mucho pero que iba muy recta y que no tenía puntos débiles. Si hacía un bogey iba a ser un mila- gro, pero es que me ganó en el 17 con 17 pares. Conseguí ponerme uno abajo llegando al 17, pero en ese hoyo remató el partido. Lo bueno es que, cuando terminé, Annika se acercó y me dijo que había jugado especta- cular y que había aguantado como una jaba- ta, que habían estado siguiendo mi partido, y eso a mí me dio mucho ánimo. Perdí, pero con las botas puestas”. Justo después de su partido, Catriona Matthew se imponía a Rosie Jones y situaba en el marcador el punto 14,5 que otorgaba el título a Europa. Los partidos posteriores se concedieron a la jugadora que lideraba cada partido hasta ese momento y Europa ganaba por 17’5 a 10’5, la culminación de una sema- na intensísima que Ana Belén Sánchez pudo compartir con su familia. “Fue una de las semanas en las que menos he dormido en mi vida, porque con la tensión no hay manera. Además, tuve la suerte de llevar- me a mis padres, que eran la primera vez que salían de España para verme jugar, y además de los compromisos con el equipo, prensa, etc. también tenía que estar pendiente de ellos, que no hablaban inglés. Cuando volví a casa el lunes no sé el tiempo que me tiré dur- miendo porque acabé fundida”. Como suele suceder, para Ana Belén Sánchez la Solheim Cup fue un refrendo y una confirma- ción, e incluso llegó con una curiosa profecía… “La Solheim Cup me ayudó a coger mucha más confianza en mi juego y a creer que podría conseguir más cosas. Me acuerdo de que en la fiesta posterior Dale Reid me dijo: «Ana, toda jugadora que juega la Solheim y no ha ganado aún un torneo lo gana al año siguiente». Y yo decía: «Ya llegará cuando tenga que llegar, no es necesario meter más presión», pero ella insistía… y lo cierto es que llegó. Cuando gané el BMW Ladies Italian Open en Italia ella estaba allí y le dije que era bastante bruja. Lo cierto es que la Solheim Cup te da más confianza y te crees que pue- des hacer muchas más cosas”. te de ocho nacionalidades, con Annika Sorenstam y Suzann Pettersen como faro del equipo y Laura Davies, Sophie Gustafson, Catriona Matthew, Elisabeth Esterl, Iben Tinning o Ana Belén Sánchez como jugadoras más destacadas. “La pareja que formaron Annika y Suzann Pettersen en aquella Solheim fue especta- cular, comparable al que formaron Seve y Olazábal en la Ryder Cup. Suzann es pura competición y para ella la Solheim es lo más, y qué te voy a decir de Annika, una de las mejores golfistas de la historia”. Ana Belén tuvo que esperar a la ronda vespertina del segundo día para entrar en acción y lo hizo en la jornada de fourball formando pareja con la escocesa Mhairi McKay contra Beth Daniel y Juli Inkster en un duelo de rookies contra veteranas. “Me hubiese gustado jugar el primer día, pero la capitana consideró más adecuado confiar en jugadoras con más experiencia. Llevaba desde el lunes con mucha ilusión y no poder jugar hasta el viernes por la tarde se me hizo larguísimo. Además, cuando nos dimos cuenta de la pareja que nos tocaba pensé… Bueno, a disfrutar, a pegar buenos golpes y a tirar para adelan- te. Ellas se mostraron encantadoras, se portaron muy bien, pero nos superaron claramente… Aun así, lo disfrutamos mucho”, rememora Ana Belén Sánchez. 68 rfeg olf Ana Belén Sánchez fue la tercera golfista española en disputar la Solheim Cup y la segunda, después de Carriedo, en hacerse con el título de un torneo que nunca se había marcado como objetivo “ Solheim Cup 2023

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