RFEGolf123 (junio - agosto 2021)

rfeg olf 25 La Ryder Cup, un capítulo de oro aparte Y si convenimos, porque es de justicia, que ju- gadores tan singulares como Seve constituyen una rareza de las que todo aficionado debe disfrutar, también hay que convenir que ninguna otra competición es tan particular como la Ryder Cup, que debió abrirse para hacer hueco al genio y a sus compañeros continentales. Inevitablemente, ambos estaban destinados a encontrarse y congeniar, pese a que una de las grandes decepciones deportivas del cántabro fuese su exclusión para el duelo ante Estados Unidos de 1981. Ese sinsabor quedó olvidado con sus tres victorias como jugador (1985, 1987 y 1995), su triunfo como capitán (1997) y con muchos grandes momentos en forma de putts decisivos, play offs dramáticos, cele- braciones y llantos. El punto álgido de la historia de amor entre Seve y la Ryder se produjo en la citada edición de 1997, que se disputó por primera vez en España en respuesta a su constancia por acercar a los españoles el mejor golf del mundo, un hito histórico que nuestro deporte le debe reconocer siempre como merece. Mucho más que un jugador La leyenda de Severiano Ballesteros se vio forjada, gracias a su talento y esfuerzo, por de- cenas de victorias, por 61 semanas como número uno mundial, por innumerables galar- dones en todos los puntos del planeta golfístico, por tantas y tantas cuestiones que convirtieron su trayectoria deportiva en un ejemplo a seguir, salpicada de connotaciones históricas que per- manecerán en los anales del golf para siempre. Sin embargo, su figura se engrandece por en- cima de todos sus títulos individuales cuando se revisa todo su trabajo en favor del golf en nuestro país. Suyo es parte del mérito de que a día de hoy España cuente con más de 270.000 federados y que se pueda practicar en alrededor de 400 campos, un 10% de ellos públicos. No en vano, su labor en pos de la popularización del golf no se circunscribe únicamente al te- rritorio español, sino que abarca mucho más. Su negativa a disputar al completo el Circuito Americano y su insistencia en compaginar tor- neos a ambos lados del Atlántico, relanzaron en su día el Circuito Europeo en una etapa en la que éste atravesaba por dificultades superadas en su momento gracias, en gran parte, al ahínco de Severiano Ballesteros por fortalecer este Circuito, lo que provocó que en todos estos años cientos de jugadores se beneficiaran de premios mucho más jugosos. Si bien es cierto que en los últimos años sus éxitos deportivos se habían reducido conside- rablemente por sus crecientes problemas en la espalda, su figura se había redimensionado a nivel popular. La propia Real Federación Es- pañola de Golf le rindió un caluroso homenaje en 1999 con la presencia de la parte más gra- nada de sus compañeros de viaje en estos 30 años de carrera. Y bien es cierto que aquel homenaje sólo pudo servir para saldar una mínima parte de la deuda que el golf contrajo con el genio de Pedreña. Con la leyenda de Severiano Ballesteros. 3 24 rfeg olf 10 años sin Severiano Ballesteros Su persona se engrandece por encima de todos sus títulos individuales cuando se revisa todo el trabajo desarrollado durante años en favor del golf en nuestro país Su labor en pos de la popularización del golf no se limita únicamente al territorio español, sino que abarca mucho más “

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