RFEGolf123 (junio - agosto 2021)

Intervenciones decisivas La presidenta de la RFEG salió de aquella reunión con la esperanza de que se había conseguido, si bien las dificultades seguían la- tentes. En abril de 1989, durante la Conferencia Mundial del Golf, solicitó hablar ante la Asamblea General para plantear la necesidad de crear una Federación Internacional que permitiese el regreso del golf a los JJOO. Francia, diversos países de África, Asia, Nueva Zelanda y parte de Sudamérica apoyaron la propuesta, pero gran parte de Europa y los países anglosajones se mostraron reticentes, entablándose unas fuertes discusiones que culminaron con una pregunta del responsable de St. Andrews interesándose sobre si seguiría adelante con esta iniciativa, a lo que le contestó desde el estrado, con enorme ex- pectación de la sala, que no pensaba tirar la toalla, animada sobre todo por el ejemplo francés y el apoyo manifiesto de bastantes países pequeños que veían la posibilidad real de crecer, de tener más ayudas, más campos. Desde entonces Emma Villacieros se dedicó a hacer un lobby y a viajar a todos los eventos posibles para hablar con unos y otros. Es cierto que el golf pudo ser olímpico en los Juegos de Atlanta’96, pero la elección del campo, Augusta National, causó una enorme controversia por las restricciones a ser socios a mujeres y diversos colectivos sociales, lo que motivó el rechazo del alcalde de Atlanta. Fue una lástima, porque se podía haber elegido otro de los numerosos y magníficos campos que rodean Atlanta, pero el hecho, quizá, de no hacerle un feo a Augusta hizo que el asunto no se removiera. Con posterioridad, entre 1996 y 2000, todo fue un caminar por el desierto. Una pura casualidad hizo que, durante unas vacaciones en Estados Unidos, Emma Villacieros coinci- diese con Ty Votaw, en aquel entonces Comisario del Tour Americano Femenino. Ante su sorpresa, el Comisario le expuso que estaba a favor de impulsar la presencia del golf en los JJOO. Más suerte aún, dos años después Ty Votaw fue nombrado vicepresi- dente del Tour Americano Masculino, por lo que trasladó de inmediato esa inquietud a su nueva organización. Desde ese momento las cosas comenzaron a rodar mejor. Las continuas conversaciones entabladas en el pasado, los contactos con personas relacionadas con la industria del golf, con los jugadores profesionales, con decenas y decenas de personas, acabaron concienzando a todos de la necesidad de mostrarse unidos. En ese sentido, fue vital el apoyo expresado por Tiger Woods y otros grandes profesionales para que por fin el golf fuese reconocido como Federación Internacional y poder estar presen- tes en Río en 2016. Y llegó el 9-10-2009, en Copenhague, cuando el golf volvió a formar parte de manera mere- cida del Olimpo deportivo que se va a volver a reproducir dentro de nada en Tokio 2020. 3 18 rfeg olf Historia del Golf Olímpico

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