RFEGolf122 (marzo - mayo 2021)

rfeg olf 61 60 rfeg olf Comité de Reglas Bola empotrada, S er o no ser, esa es la cuestión (en inglés, to be, or not to be, that is the ques- tion), como sabemos, esa es la primera frase del monólogo del personaje Hamlet, de la obra de teatro Hamlet, príncipe de Dinamarca, escrita alrededor del año 1603 por el dramatur- go inglés William Shakespeare. Sin duda que, así, a primera vista, podría parecer que no tiene nada que ver con el títu- lo de este artículo, pero a raíz de los recientes rulings de bola empotrada que tuvieron lugar en el torneo del PGA Tour Farmers Insurance, la controversia creada por dichos rulings y, especialmente, el que volvió a ser protagonis- ta directo, el jugador Patrick Reed, ha hecho que este asunto vuelva a la actualidad. Creo que muchos de los que vimos las imáge- nes podríamos habernos preguntado durante su visión: “¿Estaba o no estaba la bola empo- trada? Esa es la cuestión”. La bola de un jugador de golf está empotrada solo si está en su propio pique, hecho como resultado del golpe anterior sí o no, esa es la cuestión ¿Qué se entiende por bola empotrada? Nos dice la Regla 16.3 que la bola de un jugador está empotrada solo si está en su propio pique, hecho como resultado del golpe anterior. De este punto, hay que subrayar que, primeramente, la bola debe estar en su propio pique. No nos vale que la bola quede empotrada en un pique de un golpe anterior que se encuentra en la misma zona donde ha ido nuestra bola y, por otra parte, vemos que las Reglas no determinan que la bola tenga que estar empotrada como consecuencia del primer impacto, sino que nos dicen que debe ser hecho como resultado del golpe anterior. Es decir, que podría rebotar violentamente de su primer impacto, por ejemplo, en un cami- no de buggies de cemento y quedar empo- trada en el segundo impacto. Parte de la bola está por debajo del nivel del suelo Es importante destacar que la bola debe encontrarse por debajo del nivel del suelo, debiendo haber producido una rotura del mismo y no valiendo la típica situación en la que la bola quede anidada en un rough espeso o profundo. También hemos de señalar que las Reglas, en este caso específico de bola empotrada, son generosas, pues si el jugador no puede decir con certeza si la bola está en su propio pique o un pique hecho por otra bola, el jugador puede tratar la bola como empotrada si es razonable concluir, a la vista de la información disponible, que la bola se encuentra en su propio pique. Debemos tener presente que una bola no está empotrada, aun a pesar de que esté por debajo del nivel del suelo, como consecuencia de algo diferente al golpe previo del jugador. La bola debe encontrarse por debajo del nivel del suelo, debiendo haber producido una rotura del mismo y no valiendo la típica situación en la que la bola quede anidada en un rough espeso o profundo

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