RFEGolf122 (marzo - mayo 2021)

rfeg olf 13 Paula Martí entra en acción La igualdad entre ambos conjuntos se mantuvo en las ediciones siguientes y, con Dale Reid aún al mando, Europa llegó al Interlachen Country Club en 2002 con novedades como Iben Tinning, Karine Icher, Maria Hjorth, Suzann Pettersen o Paula Martí, que acompañaban a una Raquel Carriedo que repetía en el equipo después de brillar en la temporada 2001 (en la que ganó el orden de mérito) y lograr varios triunfos en el LET, y rozar incluso la victoria en el U.S. Women’s Open de 2002. “La Solheim Cup significó un gran salto cuali- tativo en mi juego y en mi carrera, un antes y un después. En la siguiente Solheim, en la que ya tenía más experiencia y victorias en mi poder, jugué de otra manera, menos apocada y con más confianza y libertad. Me consideraba capaz de ganar a cualquiera”, recuerda Carriedo, que refulgió en los fourballs del segundo día, donde hizo pareja con Karine Icher y se enfrentó a una pareja de campanillas, Cristie Kerr y Rosie Jones. “Ese partido lo recordaré siempre porque yo creo que fue el mejor partido que he jugado en mi vida. Se me acercó Cristie Kerr en mitad de la vuelta y me dijo «ya podemos hacer ma- labarismos que hoy no os vamos a ganar». Es de esos días que tienes magia en las manos y la metes desde cualquier lado…”. Por su parte, Paula Martí se estrenaba en la competición de la mejor manera posible, con victoria el primer día de foursomes junto a Laura Davies contra otras rivales temibles, Juli Inkster y Laura Díaz, y se convertía en la primera española que conseguía una victoria en un partido de Solheim Cup. Campanada nada más llegar. “Jugar en América es diferente por la influencia del público, pero fue una experiencia brutal formar parte de ese equipo. Además, recuerdo que la capitana me dijo: «Hay dos jugadoras que quieren jugar contigo: Annika y Laura Da- vies», con lo que menudo lujo… Y yo le respondí: «Como soy rookie, ponme con quien quieras que me llevo bien con todas». Me puso con Laura Davies e hicimos una gran pa- reja. De hecho, me llevo genial con ella a raíz de aquello”, explica Martí. “Acabamos con eagle. Laura pegó un drive in- humano en el 18 y yo pegué una madera 3 que dejé a un metro. Acabamos el partido y Laura me dijo bromeando: «Oye, me has quitado todo el protagonismo. Lo has hecho todo tú», siempre con su ironía por delante”, recuerda la española. “Las jugadoras que hemos jugado un poquito bien, cuanto más público tienes y más presión, nos motivamos mucho más y nos crecemos. Te vuelves mejor en esos momentos y te apoyas en tu compañera, y Laura fue un gran apoyo. Jugué todos los matches con ella de pareja, aunque luego perdí el individual contra Laura Díaz. Creo que las europeas siempre hemos jugado muy bien en equipo, pero en la parte individual nos machacaban… aunque esa historia ha cambiado.” En efecto, en aquella edición las estadouni- denses hicieron valer su superioridad en los individuales para adjudicarse el triunfo, pero la igualdad siguió siendo la tónica dominante y, en la siguiente edición disputada en Suecia en 2003, Europa volvía a imponerse. Pero no nos adelantemos… mí, muy cariñosa, y eso me tranquilizó muchísimo. Se portaron muy bien, como si fueran nuestras propias madres…primero por edad y, segundo, por experiencia”. Raquel Carriedo jugaba el primer partido de una española en la Solheim Cup el segundo día, en la jornada de fourballs, con Laura Davies de pareja y frente a Meg Mallon y Beth Daniel. La zaragozana sumaba su primer empate, el primer medio punto logrado por una jugadora de nuestro país en esta competición y, pese a la dureza de las condiciones y a caer en los individuales, disfrutó de la victoria del equipo europeo, la segunda en la historia de la Solheim Cup. “Recuerdo que acabé agotada porque fue durísimo por el frío y la lluvia. Se me quedó grabado el cansancio físico y men- tal, pero salí muy reforzada como juga- dora. Gracias a la experiencia de la Solheim se aprende muchísimo y se ad- quieren muchas tablas. Te ayuda a com- petir y a desenvolverte mejor en torneos donde sientes más presión”, recuerda la zaragozana. Aquella victoria también fue la primera de Annika Sorenstam, la sueca que a esas alturas ya contaba con tres majors en su haber y que había sido la mejor ju- gadora del LPGA Tour tres años. Sin duda, un hito en su laureada carrera. 12 rfeg olf Las más jóvenes harían bien en echar la vista atrás y recordar la historia de Raquel Carriedo y Paula Martí, una gran ocasión para brindarles un homenaje que sin duda merecen “ Solheim Cup 2023

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