RFEGolf120 (septiembre - noviembre 2020)
rfeg olf 35 Partiendo de esa meseta de (aparente) cero estrés, Miguel Ángel Jiménez es un jugador que está muy alejado de la imagen que algunos pueden tener de él. Un riojita, algo de jamón ibérico, el aceite de oliva e incluso el puro acompañan habitualmente su imagen pública. Pero no eclipsan el trabajo exhaustivo que hay en la sombra. Muchas horas de gimnasio y de cancha. “Posiblemente la imagen que algunos tienen de él no es la del profesional que realmente es. Porque es un gran profesional, muy al contrario que otros que no tienen esa fama, por cierto”, indica Zerolo. Desmontando a la leyenda Diseccionemos a ese otro Miguel Ángel Jimé- nez. “A nivel físico es una persona que siempre ha estado haciendo sus ejercicios de movili- dad, que tiene un swing sencillo y suave, que poco tiene que ver con la explosividad por ejemplo de un McIlroy, no por ello menos efectivo, y que además está fuerte”, explica el fisio del Tour. A su juicio, “si tienes un swing agresivo y no estás fuerte, es posible que tengas problemas. Y si, como Jiménez, tienes un swing más suave y además echas horas de gimnasio, la ganancia es grande”. Esa combinación de swing y fuerza –aspecto favorecido por su afición al esquí, que algún disgusto también le ha costado– explica en parte su longevidad, pero aún falta algún ingrediente más en esta coctelera. “La flexibilidad, sin duda. Mira los ejercicios que hace en el tee del 1, es un jugador que siempre ha trabajado en profundidad ese aspecto”, agrega. En la actualidad Miguel Ángel Jiménez está esencialmente enfocado al Champions Tour, donde acumula diez victorias desde 2014 y donde se ve las caras con mitos de nuestro deporte, algunos de ellos con grandes similitudes con su caso. Golfistas como Bernhard Langer, que sigue en plenitud competitiva a sus 63 años, corroboran que se puede dar guerra más allá de la edad senior. “Claro que sí, pero hay que diferenciar el Tour Europeo del Americano. Allí todos son altos como torres, mientras que en Europa, y más en España, somos más chaparritos. Allí he visto auténticas ‘malas bestias’, tipo Ernie Els, pero es que son así por constitución. Eso sí, tanto en América como en Europa vemos gente que debido a swings agresivos se ha visto forzada a terminar su carrera antes de lo que hubiesen querido, pero lo cierto es que no sabemos mucho del tema porque no hay mucho escrito al respecto”, relata Álvaro Zerolo. 707: ¿un récord superable? El récord de Miguel Ángel Jiménez no se va a quedar en 707, pero tomemos por buena la cifra. ¿Es asequible para los golfistas de hoy, aparentemente más preparados físicamente que los de anteriores generaciones? El fisio del Tour se lo piensa. “Eso es imposible de saber ahora mismo. Lo que está claro es que el golf a día de hoy es lo que es, y que para manejar los niveles de velocidad de estos profesionales, además de atesorar técnica, tienes que estar fuerte como un toro. Eso pasa con todos los deportistas de élite: cualquiera de ellos tiene ahora un equipo de profesionales para cubrir todos los aspectos de su deporte, no solo la técnica. Vienen con psicólogo, preparador físico... es la profesiona- lización del deporte, que llegó al golf hace unos años”, explica Zerolo. “De momento, lo que nos dice la ciencia es que si quieres prevenir lesiones y tener una carrera larga, has de estar fuerte, que además te da el extra de la velocidad de swing”, concluye este profesional con años de experiencia a sus espaldas en el primer escalón del golf. Tardaremos pues años en ver a otro jugador alcanzar ese 707... y veremos si para entonces el ‘Pisha’ no sigue aún en activo ‘castigando’ a los jóvenes. 3 34 rfeg olf Miguel Ángel Jiménez
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