RFEGolf119 (junio - agosto 2020)
rfeg olf 45 inaugural, resaltando también el citado carác- ter y tesón de Emma Villacieros, que incluso llegó a provocar la dimisión del Presidente de la PGA cuando se denegó la primera vez a España la celebración de la Ryder. Quienes por fortuna también ha cambia- do han sido las Administraciones Públicas Desde luego. Antes, llamar a un Ayuntamiento para comentar siquiera la posibilidad de cons- truir un campo de golf era un auténtico supli- cio. Todo trabas, incluso más de uno colgaba directamente. Hoy, por el contrario, se amon- tonan en la mesa los proyectos, una vez con- vencidos de que el golf no sólo no resta votos, sino que los incrementa, sobre todo cuando se realizan proyectos públicos y populares. ¿Entiende a día de hoy la sociedad espa- ñola lo que significa el golf para ella misma? Afortunadamente sí. Ya son muy pocos los que niegan que este deporte gene- ra y contribuye, suma y beneficia. Lo de la popularización es un hecho innegable; lo del elitismo, una patraña. ¿A qué retos se enfrenta en estos momen- tos la RFEG y el golf en general? Lo funda- mental es mantenerse unidos. Hay que seguir insistiendo en la necesidad de construir cam- pos públicos y asegurar el relevo generacional de jugadores para que sigan saliendo figuras. La Federación está trabajando bien en todos estos aspectos, pero hay que mantenerlo, no hay que bajar la guardia en ningún momento. ¿Queda algo en la recamara de lo que se pudo hacer y no se hizo? Siempre se podrí- an haber hecho más cosas, es indudable, pero el espíritu de mi labor ha sido esforzarse al máximo para que las cosas salieran bien. Ahora, por ejemplo, pretendo responder a la confianza depositada en mí como Secretario General, jugar al golf un poco más de lo que lo he hecho en los últimos años, que ha sido realmente poco, y dar las gracias a todos cuantos me han apoyado, muy especialmen- te al personal de la Federación, a los que con- sidero parte de mi familia. Las gracias, a Usted. 3 Por Miguel Ángel Caderot 44 rfeg olf Obituario Y hablando de juego, ¿qué golfista le ha impactado más en todos estos años? Con quien más he disfrutado en un campo de golf ha sido con Severiano Ballesteros. Su concep- to mental, su improvisación, su capacidad para diseñar golpes que para otros eran imposibles pero para él algo relativamente sencillo, era deslumbrante. ¿Y si nos circunscribimos al ámbito directivo? El golf español, por fortuna, ha tenido dirigentes magníficos. En mi caso he disfrutado especialmente de dos, Luis Figueras-Dotti y Emma Villacieros, pero tam- bién hay que destacar sobremanera a Juan Antonio Andreu, un auténtico revolucionario en su tiempo. Tuvo el acierto, entre otras muchas cosas, de conseguir líneas de crédito oficiales para la construcción de campos de golf –muchos de ellos se hicieron o se pro- yectaron en la década de los setenta– así como llevar a cabo la organización de los Campeonatos del Mundo y la Copa del Mundo de 1973, cuando participaban, no como ahora, todos los grandes, Nicklaus, por ejemplo, entre ellos. También hay que desta- car, por supuesto, a José Manuel Sainz de Vicuña, sobre todo por las mejoras realizadas en el ámbito profesional. Es preciso hablar de la Presidenta Emma Villacieros, con quien ha compartido la mayor parte de su labor como Director Gerente de esta casa. De ella destacaría su carácter y su gran tesón. Que ahora se haya abierto al público el Centro Nacional de Golf es una gran muestra de ambas cosas, al igual que ocurrió en su día con la celebración de la Ryder en España, un acontecimiento que asi- mismo no hubiese sido posible sin la presen- cia de Severiano Ballesteros, por la influencia y dimensión de su figura, por todo lo que había hecho con anterioridad por la PGA. Indudable influencia al margen de otros avales muy importantes. Sí, como la garan- tía de Jaime Ortiz-Patiño en la organización y preparación del campo de Valderrama. Jaime fue capaz de presentarlo inmaculado a las 8 y media de la mañana a pesar del diluvio uni- versal que cayó la noche anterior a la jornada
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