RFEGolf119 (junio - agosto 2020)
las acciones que realizó el Ayuntamiento de Madrid para adecentar la ciudad fue secar el estanque del Retiro, con objeto de limpiarlo. ¿Y...? Dado que coincidía en el tiempo con el Open de Madrid de Golf, propusimos que Severiano y otros ganadores anteriores del Open acudieran al estanque para golpear la bola desde una a otra orilla. Había asimismo otras pruebas de habilidad, todas ellas ador- nadas con una valla publicitaria de Cepsa que, claro, lo agradeció muchísimo dado el éxito que tuvo aquello. Con promociones ‘caseras’ incluidas. Sí, claro, había que hacer cualquier cosa para aprovechar la ocasión. No en vano, recuerdo que nuestro querido Paco González, que en Paz descanse, recorrió las calles de Madrid con un automóvil y unos altavoces anunciando el evento, resaltando cada poco tiempo, eso sí, que la entrada era gratuita, como si para entrar en el Parque del Retiro hubiera que pagar... La repercusión, por fortuna, fue enorme. Sobre todo porque otra de las promociones consistió en ofrecer un Clinic, en otra zona del Retiro, al que acudió la entonces ministra Soledad Becerril, un acto que acabó en la por- tada de ABC... para regocijo de Cepsa, que tenía, cómo no, su pancarta bien situada. Y del Retiro, a la Castellana. A la Castellana, sí, porque al año siguiente, esta vez en la céle- bre Avenida madrileña, otra vez Severiano pro- tagonizó otro acto memorable. Seve, con su magnífico swing, tenía que situar la bola, rfeg olf 41 40 rfeg olf Obituario T oda una vida dedicada por y para el golf, reproducimos por su interés la entrevista realizada a Luis Álvarez de Bohorques en 2006, tras acceder a su jubila- ción, momento en el que pasó a ocupar en exclusiva el puesto de Secretario General de la RFEG, una entrevista en la que desvelaba su pasión por este deporte, cuyo desarrollo y crecimiento contribuyó a cimentar. Así fue la entrevista Han sido veinticinco años de dedicación y esfuerzo como Director Gerente de la Real Federación Española de Golf, pero muchos más –en realidad toda su vida– de continua contri- bución al engrandecimiento del golf en nuestro país. De hecho, muchas de las claves que expli- can la actual dimensión de nuestro deporte no se entenderían sin repasar su trayectoria, reple- ta de atentas actuaciones que siempre han tenido un objetivo: conseguir que el golf sea un poquito mejor cada día en España. Cosas de la vida, Luis Álvarez de Bohorques, nacido en San Sebastián el 6 de noviembre de 1939, se ha jubilado como Director Gerente, puesto que ha ocupado desde fina- les de 1980, ejerciendo en exclusiva a partir de ahora la responsabilidad de Secretario General, desde donde asistirá y asesorará a todos los órganos de gobierno, control y representación de la RFEG. ¿Cuál es el sentimiento que pasa por la cabeza nada más dejar un puesto que se ha desempeñado durante 25 años? Tengo una doble sensación. Por un lado, cierto alivio por los muchos años de trabajo; por otro, sobre todo, satisfacción por haber gozado de la confianza de los Presidentes que me enco- mendaron esta labor. ¿Misión cumplida? No soy yo quien debe juzgarlo, sino los demás, pero si hay datos que reflejan que el golf se ha engrandecido en estos años. Cuando accedí al cargo en 1980 había unos 19.000 federados, que entonces nos parecían muchos, pero que se han conver- tido en una ridiculez si se compara con los 280.000 de la actualidad. La responsabilidad, es obvio, no es sólo mía, pero los Presidentes que he tenido siempre tuvieron claro que había que popularizar el golf, y me ofrecieron la posibilidad de desarrollar iniciativas para ello. Su llegada a la Federación fue incluso ante- rior, en 1966, como Vocal de la Junta Directiva. ¿Qué Federación se encontró? Pues un organismo muy precario, en un peque- ño local en la calle Bailén, donde todos hacían de todo y donde la asignación de handicaps, por ejemplo, se realizaba a mano en unas tar- jetas rellenadas con bolígrafo. Las de primera categoría, sin ir más lejos, eran responsabilidad mía, en aquel entonces 30 ó 40 fichas. Tarea de titanes, vamos. Sí, algo de eso había. Era necesario poner orden, llamar diaria- mente a los clubes para intentar actualizar el asunto de los handicaps, aunar criterios, pasar determinadas cosas a cambio de que respon- dieran a la siguiente, pero poco a poco las cosas se fueron encauzando como es debido. Precisamente, en aquella época el golf pasa de ser un deporte de reducido segui- miento a concitar el interés de muchos. Fundamental resultó, en aquellos primeros años, la aportación de Juan Antonio Andreu, cuya primera actuación fue proponer a España como organizadora de los Campeonatos del Mundo Masculino y Femenino y la Copa de la Hispanidad. Puerta de Hierro, Club de Campo y La Herrería se repartieron los campeonatos, que fueron todo un éxito, con gran repercu- sión. Yo, que me había encargado de parte de la organización, fui recompensado con una de las Vicepresidencias junto a Juan Castresana y José Manuel Sainz de Vicuña. A partir de ahí, el primer verdadero boom del golf español. Tuvimos la grandísi- ma suerte de contar con una figura de la dimensión de Severiano Ballesteros, que ganó su primer British Open en 1979, lo que contri- buyó de manera decisiva a ese primer boom. Luego, por fortuna, llegó Olazábal y, ahora, Sergio. Que hayan existido grandes figuras como referentes y que los europeos pudieran acceder a disputar la Ryder, ha cimentado el crecimiento del golf en nuestro país. En aquella época, década de los ochenta, había que echarle mucha imaginación para promocionar este deporte. ¡¡A rauda- les!! Recuerdo a Severiano, por ejemplo, bien conocido en el mundillo del golf pero no así en otros ámbitos. Para aprovechar su indudable tirón, en 1982, con motivo de la celebración del Campeonato del Mundo de Fútbol, entre Luis Álvarez de Bohorques: Misión cumplida El espíritu de mi labor ha sido esforzarme al máximo para que las cosas salieran bien” “
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