RFEGolf118 (marzo - mayo 2020)
80 rfeg olf Medioambiente rfeg olf 81 P aco Moreno, santanderino residente en Madrid, y John Girdley, británico, tienen desde hace 12 años su segunda resi- dencia en la Región de Murcia, en concreto en la Hacienda Riquelme (Sucina), hasta donde llega- ron justo antes del estallido de la burbuja inmo- biliaria y atraídos por el buen clima y la avifauna, de la que ambos son apasionados. Precisamente esta afición es sobre la que sustentan su amistad, una relación que han forjado compartiendo horas de observación en los lagos del campo de golf y de publicaciones sobre avifauna en el blog de Hacienda Riquelme. Pasión por las aves desarrollada en un campo de golf “Llegué aquí a través de una feria inmobiliaria que se celebró en Madrid. Este paraje sumaba a la existencia de los lagos, el entorno rural y las sierras próximas. Me gustó porque me atrajo la naturaleza y también el diseño: muchas zonas verdes, menos densidad de edificación, valla perimetral y acceso a la urbanización vigilado... Muchas condiciones que eran difíciles de encontrar”, cuenta Paco Moreno. Lo mismo le ocurrió a Girdley, que llegó hasta Hacienda Riquelme por medio de una espe- cie de ‘reality’, ‘Un lugar en el sol’, en el que llevaban a los participantes a ver varias casas. Vino a ver varias propiedades y acabó com- prando a Polaris World la que hoy tiene en la Hacienda Riquelme. Como aficionado a los pájaros, enseguida dio con John Girdley: “El comité de residentes del ‘resort’ publicó un folleto con un artículo de aves suyo y contacté con él”. Ese fue el comienzo del blog de la Hacienda Riquelme en el que “John y yo hemos puesto de mani- fiesto durante 8 años que aquí había una riqueza ornitológica importante”. La vida silvestre se aficiona al golf De hecho, destaca que la zona reúne unas características especiales que alimentan esta biodiversidad avícola: “Hay cinco lagos de entre una y dos hectáreas de superficie, la mayoría rodeados de cañaverales, que son fundamentales para el anidamiento y la ocul- tación de las aves, y el nivel del agua varía poco. A eso se suma que está entre tres zonas ZEPA, que es un camino de paso (muchas aves vuelan a través del colla- do de los Ginovinos) y que la importante superficie de agua ofrece un hábitat nuevo en una zona muy árida, que enriquece mucho el medio ambiente de la zona”. Condiciones, todas ellas, que unidas a las medidas medioambientales adoptadas por la dirección del ‘resort’ han facilitado su natura- lización y su conversión en hábitat de espe- cies silvestres de aves, como el cisne negro, al que los residentes han bautizado como ‘Carlitos’, y entre las que “hay especies que crían aquí, como las fochas, las gallinetas, los zampullines chicos, el martinete, el avetorillo común o el alcaraván, que es de secano”, especifica Moreno. Todo tipo de especies para conformar un paraíso También destaca la presencia de comunida- des de murciélagos (protegidos), libélulas, polillas y anfibios, esto último también impor- tante, dada la escasez de zonas húmedas naturales, ya que son especies muy amenaza- das a nivel mundial y, especialmente, en la España semiárida. De hecho, recuerda Paco Moreno, “es increíble los cientos de ranas que croan por las noches. Es un concierto”. Comprometidos al 100% con la vida natural del campo de golf, John y Paco pusieron de mani- fiesto a la dirección del campo la importante ri- queza ornitológica que había y que era una acti- vo. A raíz de ese contacto, pidieron que se toma- ran medidas para favorecerla, como no eliminar los cañaverales o no hacer uso de herbicidas. Entre las ventajas de este enclave antrópico que se ha naturalizado es que “en cada estación se ven aves diferentes: en invierno se ven cormo- ranes grandes”, dice Paco, y John apunta que ha llegado a ver hasta ocho juntos. “Son muy frecuentes todo tipo de garzas: reales, cangre- jeras, bueyeras... También se ven águilas reales y búho real. Y no todos los años vienen las mis- mas especies: hace tiempo que no se ven cigueñuelas. Por lo que la observación de aves es muy dinámica”, comenta. “En total, hemos observado 95 especies de aves diferentes. Hay mucho que observar y son imprescindibles los prismáticos y la mejor hora es el amanecer o el atardecer”, apunta Paco Moreno, que reconoce que lleva 10 años desayunando con los prismá- ticos en la mesa del comedor. Y asegura que “me consta que hay personas que han alquilado un apartamento en Hacien- da Riquelme para la observación de aves, den- tro y fuera del ‘resort’”, apunta Girdley. “Aquí se produce un equilibrio muy interesante entre el golf y la preservación del medio ambiente. Y ese es un negocio en el que ganamos todos”, concluye Moreno, después de resaltar que “el ecoturismo es buen negocio para los europe- os” y de que Girdley constate que “desde el punto de vista de un ornitólogo británico, las aves que se ven aquí son muy interesantes. Hay muchos que pagarían bien por observarlas”. Por Pepa García / Diario La Verdad La presencia de agua, la supresión del uso de herbicidas y la conservación de los cañaverales hacen de Hacienda Riquelme un paraíso para las aves “Hemos observado 95 especies de aves. Aquí hay un equilibrio entre golf y medio ambiente”, resaltan en el recorrido murciano de Hacienda Riquelme
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