cargo de Sergio García y Álvaro Quirós–,
nada impide pensar que sea otro jugador
de nuestro país quien acabe exhibiendo la
mayor de las sonrisas. Calidad y cantidad
las hay a manos llenas, pues a los citados
Sergio García y Miguel Ángel Jiménez le
acompañarán –si no hay contratiempos
de última hora– jugadores del prestigio de
Gonzalo Fernández Castaño, Alejandro
Cañizares, Rafael Cabrera, Pablo Larra-
zábal, José María Olazábal y un largo etcé-
tera de buenos aspirantes que presenta-
rán batalla ante los habituales del Tour
Europeo, golfistas extranjeros curtidos asi-
mismo en decenas de compromisos del
más alto nivel que contribuirán también a
generar el máximo espectáculo. No obs-
tante, los grandes apoyos estarán centra-
dos en los jugadores españoles. Con una
representación de lujo, el unánime deseo
pasa porque alguno de ellos alce al final
de las cuatro jornadas la copa de campe-
ón. ¿Quién será el mejor? Nada mejor que
acercarse al RCG El Prat, entre el 14 y el 17
de mayo, y disfrutar del torrente de espec-
táculo a punto de comenzar.
18
rfeg
olf
Turespaña y la
Consejería de Turismo de
la Generalitat Catalana,
importante dúo de
copatrocinadores
del evento
“
Open de España
2015
Se quitó la gorra, se la puso sobre el corazón, levantó la copa y se la ofreció al más grande,
un gesto premiado por una enorme ovación repartida entre quien disfrutaba del triunfo en
ese mismo momento y, sobre todo, entre quien contribuyó tanto a que el golf se desarrollara
con fuerza en todo el mundo. Thomas Aiken, un sudafricano entonces de 27 años, puede
vanagloriarse de haber ganado el Open de España 2011, el Open de España de Severiano
Ballesteros, el Open de España más emotivo de la amplísima historia de esta competición
más que centenaria. Pasaran los años y será imposible olvidarse de las sensaciones y viven-
cias experimentadas durante cuatro jornadas destinadas a permanecer de manera impere-
cedera en los anales de la historia. Va por ti, Seve, fue el sentimiento unánime del numero-
sísimo público presente en el RCG El Prat, la demostración palpable de que nadie quería
perderse el espectáculo y de que los anhelos de Severiano –“es preciso popularizar el golf”,
proclamaba a los cuatro vientos– están felizmente cumplidos en nuestros días.
Menudo de talla pero tremendamente pegador, Thomas Aiken, una explosiva mezcla de
jugador valiente y arriesgado a la hora de atacar banderas y de serena actitud cuando se
trata de culminar con el putt, dio una lección de juego en el Open de España más condi-
cionado por agentes externos de la historia. Y es que Severiano Ballesteros, el gran Seve,
historia del golf español por antonomasia, falleció pocas horas antes de que comenzase la
tercera jornada.
2011,
en recuerdo de Severiano Ballesteros