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Profesionales
Ladies European Tour
Laura Fuenfstueck, un manojo de nervios
palmario, envío la bola fuera de límites en
su primer golpe y, en el hoyo 2, encadenó
tres golpes tremendamente defectuosos
generando en ambos casos la misma con-
dena: sendos dobles bogeys.
Carlota Ciganda, casi sin haber calen-
tado, pasó a dominar la clasificación con
cierta holgura, dos golpes de ventaja
que incluso se fueron ampliando aún
más conforme se sucedían los hoyos, la
navarra afinaba su putt –buenos birdies
en los hoyos 6 y 7– y sus rivales de par-
tido se enmarañaban en muchos de los
puntos más complicados del bello reco-
rrido de Sitges.
Paso al frente
de Esther Henseleit
No obstante, no eran Laura Fuenfstueck
y la finlandesa Sanna Nuutinen quienes
constituían el verdadero peligro, que llegó
de forma silenciosa pero no por ello ines-
perada de otra jugadora alemana, Esther
Henseleit, avalada por su recién estre-
nado número 1 en el Ranking del Ladies
European Tour, que tomó el relevo de su
compatriota en el papel de rival de verda-
dero peligro para la golfista española.
Bien posicionada pero agazapada a lo
largo de la mitad de la jornada, cuando
dos bogeys consecutivos parecían des-
cartarla igualmente de la lucha por el tí-
tulo, Esther Henseleit dio un paso al
frente con enorme energía, presentando
con enorme seriedad su candidatura a la
victoria final gracias a cinco birdies en
siete hoyos, del 7 al 13, que ubicaron a
la golfista teutona en el foco de todas las
miradas.
La emoción y la incertidumbre se insta-
laron con fuerza sobre las calles de Golf
Terramar, toda vez que la férrea sereni-
dad de Carlota Ciganda se contagió de
algunos atisbos dubitativos –bogeys en
los hoyos 11 y 13 minimizados por un
oportunísimo birdie en el 12– que estre-
chaban la diferencia a apenas un golpe.
Con esa mínima renta afrontó Carlota
Ciganda sus cinco últimos hoyos de in-
farto, donde las referencias de lo acon-
tecido en el partido anterior, donde
jugaba Esther Henseleit, eran continuos.
Ninguna de ellas, sin embargo, fue capaz
de mover su casillero ni a favor ni en con-
tra, con la tensión a flor de piel, sendos
cinco pares consecutivos que generaron,
una vez que Carlota Ciganda rubricó su
último hoyo, una electrizante corriente de
admiración generalizada. Y es que la na-
varra ya puede decir que ha completado
su círculo victorioso en el Estrella Damm
Mediterranean Ladies Open.
Carlota Ciganda superó a la
alemana Esther Henseleit por un
solo golpe en un final de torneo
tan atractivo como dramático